Marzo
Día 1
ANONIMO.- Diario…
Las operaciones del enemigo en este día han sido solo en seguir su bombardeo con bastante viveza, notándose sobre los 17 morteros que tenían en los espaldones de la playa, Santiago y cerro de las Forcas, otros dos en la Puntilla del calibre denominado. Los cañones que se les aperciben, no obstante las continuas mutaciones que hacen de ellos, son hasta 7.
(Hubo, según Loaiza 121 bombas y 80 tiros de cañón)
Hoy se ha dado principio al revestimiento del terreno de la contraescarpa de la cara izquierda de la Victoria Chica, continuándose en las demás obras de minas, recomposición de estragos de bombas y demás faenas en el ramo de artillería.
LOAIZA.- Diario…
Se notó en este primer día que llovían las balas sobre los fuertes exteriores, especialmente sobre el de Victoria Grande, donde se encontraron en bastante apuro los que estaban de parapeto y que no las dirigían ya al interior de la Plaza como anteriormente, cuya novedad se atribuyó a que el soldado desertor informaría a los enemigos no tirasen a la Plaza porque sus habitantes estaban guarecidos en cuevas, sino a los fuertes exteriores donde había multitud de tropa a descubierto.
Nuestras baterías no callaron en todo el día, y aún se está construyendo otra para cañones de a 24 en el torreón de las Cabras.
CAVALLERO.- Diario…
La noche anterior no se ha notado novedad en el campo enemigo y durante el día ha disparado 92 bombas y 15 tiros de cañón contra la Plaza, correspondiendo esta con fuego regular, y al mismo tiempo se han adelantado todos los trabajos con actividad.
MIRANDA.- Diario…
Hoy se experimenta un fuerte temporal…
…y que el fuego de las baterías enemigas sigue con el mismo vigor, dirigiendo su principal atención hacia el fuerte de la Victoria donde han logrado introducir algunas bombas. Esta novedad se atribuye al soldado desertor del día anterior que, habiendo estado de guarnición en dicho fuerte y visto la mucha gente que allí concurre de trabajadores, minadores, soldadesca, etc., les había persuadido a ello.
Nuestras baterías han correspondido con igual actividad y se trabaja en construir una de 3 cañones y 2 morteros en el baluarte o torreón de las Cabras, cuyos fuegos serán utilísimos contra el campamento y baterías que tiene el enemigo en la playa.
Un confidente que ha entrado esta noche asegura que hace tres días recibió el enemigo un refuerzo de dos mil hombres de tropa, sin más novedad (39).
FERNANDEZ DE CASTRO.- El sitio de Melilla… P. 85
(39) Hallaron gloriosa muerte en este día los desterrados afectos a las compañías fijas de Melilla de los capitanes Manso y Alba, respectivamente. Diego Simón Moreno, natural de Córdoba, y Antonio Mateo, de Utrera.
MORALES.- Efemérides…
Murieron Antonio Mateo y Diego Simón Moreno, de casco de bomba.
(Hubo, según Loaiza, dos muertos y 27 heridos)
Día 2
ANONIMO.- Diario…
No se ha observado movimiento alguno en el campo enemigo. Sus fuegos han sido más lentos y los nuestros a correspondencia.
(Hubo, según Loaiza, 114 bombas y 59 tiros de cañón, en extraña contradicción con lo que afirma en el diario)
Sobre la noche, a eso de las 10 de ella acometió una partida del ejército, como 30 hombres , con una lancha bien equipada, a una de las dos embarcaciones catalanas que anclaban en esta rada y, abordándole, logró sorprender a la gente de su tripulación que, ocupaba en la faena de preparar el descargo que se les estaba haciendo, no advirtió a los contrarios hasta que los tuvo dentro lo que, causándole grande espanto, se entregaron sin hacer la menor resistencia, a excepción de cuatro que se arrojaron al mar y, salvándose con la pequeña lancha de su embarcación, vinieron a la Plaza, a cuya novedad dispuso nuestro General con la mayor viveza armar tres lanchas con algunos granaderos de Zamora y de la Princesa con sus oficiales correspondientes, con los que se consiguió restaurar el bastimento sorprendido que abandonaron los enemigos luego que vieron aproximarse dichas nuestras lanchas, contentándose con llevarse solo nueve esclavos de los diez marineros que quedaron a bordo, libertándose uno que se escondió entre la leña.
LOAIZA.- Diario…
El día 2 entró un confidente y confirmó nuestra sospechas sobre el desertor, añadiendo que el Emperador le preguntó como estaba la Plaza de artillería, víveres y gente, a lo cual había satisfecho aquel diciendo que gente había sobrada; artillería mucha por montar porque no había donde ponerla, hallándose toda la muralla coronada de piezas de batir ; que los víveres andaban de suerte que tiraban la galleta y nadie la comía porque un pan de trigo valía un cuarto y a lo más dos, y que el vino, si alguna vez querían comprarlo, porque lo daban sin tasa, costaba el más caro a dos curtos el cuartillo. Oyendo esta narración el Emperador dice que le replicó : ¿Por qué, pues, te vienes, teniéndolo todo de sobra, donde no has de comer jamás tocino ni beber vino ?. Has sido traidor a tu Rey y al país donde naciste, por gusto de hacer mal, nada bueno puedo esperar de ti, yo que nada te debo. Y mandó que le cortaran la cabeza.
Tan vivo y continuo fue el cañoneo de esta noche y con tanta insistencia tiraban a la Victoria que llegamos a recelar querían sorprendernos por este lado, pero más tarde conocimos era su objeto llamarnos la atención para llevar a cabo la intentona siguiente.
Como los temporales habían sido tan fuertes, todos los bastimentos se habían hecho a la vela quedando solo ancladas en bahía dos embarcaciones de las provisionales. Rompieron , pues, los moros las hostilidades sobre el referido fuerte para distraernos de aquellas, ínterin que con un lanchón llamado Grullo, que ellos poseían desde el día 19 de febrero en que las olas lo echaron sobre su playa desde la puerta del Socorro, fueron a bordo de uno de los barcos catalanes. Hallábanse nuestros marineros entretenidos en las faenas de sacar madera de debajo de escotilla, por tenerla prevenida para la descarga, y aunque vieron que se aproximaba aquella lancha, creyeron que era de la Plaza que iba por carga, como estaban esperándola, pues de presumirse eran moros (esta es la del portugués) no se hubieran acercado tan fácilmente contando, como contaba la embarcación, cuatro cañones, fusiles, chuzos y otras armas. Llegan los moros y, de improviso, saltan dentro con una pistola en una mano y la gumía en la otra diciendo: ¡rinde! ¡rinde!. Tres hombres de los que estaban sobre cubierta se arrojaron al mar, y a otro que quiso resistirse le cortaron con un sable los dedos de una mano. En esta confusión un muchacho se tiró por entre todos al agua y, aunque los moros lo llamaban prometiéndole que no le harían daño si se volvía, él se metió dentro de una lancha del barco, la desató y buscando a los tres nadadores, se vino con ellos a la Plaza a dar parte. Salió enseguida una lancha con seis hombres de armas y después tres más con soldados de la Princesa, oficiales y desterrados. La primera hizo en el camino algún fuego para que acudiesen las otras y, apercibidos los moros, abandonaron el barco y se llevaron a la tripulación antes de que aquellas llegasen. Llegaron por fin, pero lo encontraron desierto, con el timón atado y cortados los cables para que la marejada lo llevase a su costa. Dirigiéronse a la otra embarcación y solo encontraron en ella un muchacho que les contó como habiendo sentido a los moros, todos los marineros habían huido en una lancha y que él se quedó agarrado a un cabo de los de proa, metido en el mar y zambullendo a cada momento para no ser visto; que los moros asaltaron el barco y, no encontrando a nadie, picaron los cables y se fueron precipitadamente, por lo cual, viéndolos alejarse, se volvió a embarcar para esperar el socorro. Resultó, pues, que se habían llevado cautivos diez hombres, entre ellos a Gonzalo, patrón del bote de la Plaza, que se hallaba en el barco primero. Es de suponer que los moros, tan luego como advirtieron que el primer muchacho se venía a dar parte con la lancha , calcularon que saldría gente contra ellos y se retiraron por la Restinga o boca de la laguna , si no se desembarcaron por la playa , como es más factible, pues por la mañana se vio varada allí su lancha.
Dejaron los nuestros aquella noche, para guarnecer los barcos, algunos granaderos con el oficial D. Bernardo Navarro y el cadete D. Victoriano de la Rosa, y habiéndose levantado al día siguiente un viento muy furioso, pidieron auxilio a la Plaza con algunos cañonazos, pero no siendo posible dárselo, se hicieron a la vela y fueron a parar a Cartagena.
En la madrugada siguiente dio parte el vigía o cabo del anteojo que se habían sacado de una ensenada del campo enemigo a los diez cautivos, amarrados unos con otros, conduciéndolos a la tienda del Emperador.
La implacable crítica ha cebado hoy su diente en la salida de estas lanchas y no deja de tener algún fundamento, pues si en vez de dirigirse a los barcos sorprendidos se hubieran ido derechas a la playa o a la boca de la laguna para cortarles la retirada, no hubieran tenido tiempo de escaparse con su presa. De los que fueron en ellas, hay quien confiesa que vio a los moros y quien lo niega. Quédese así.
Hoy, 2, no nos han hecho fuego.
CAVALLERO.- Diario…
La noche pasada han adelantado los enemigos unas 20 varas en el ataque que traen por el fuerte de San Antonio hacia la torre de Santa Lucía, y durante el día nos han disparado 40 bombas y 25 tiros de cañón, a que la Plaza ha correspondido con su fuego regular, adelantando al mismo tiempo los trabajos con la actividad acostumbrada.
Como de resultas del temporal y pérdida de embarcaciones particulares que se ha explicado en el día 19 del próximo pasado fueron a varar dos de nuestras lanchas en la playa enemiga, parece habilitaron una de ellas, con la cual han ido esta noche, entre 8 y 9, a bordo de una saetía catalana que estaba anclada en esta rada desembarazándose para descargar, y aunque la tripulación percibió que se aproximaban a su bordo no se alarmó creyendo sería alguna de las lanchas de la Plaza que iba a ayudarles según costumbre, hasta que atracados ya los moros asaltaron sobre la cubierta de la saetía por su popa con sable en mano, sin dar más lugar que para arrojarse al agua dos muchachos y dos hombres que había unicamente sobre la cubierta de los catalanes quienes se fueron prontamente nadando a su lancha que estaba por la popa de la saetía y quitando al cabo ovosa con que estaba amarrada, no obstante que los moros tiraban ya de ella desde la saetía, se vinieron a dar parte a la Plaza dejando su embarcación con 9 hombres que trabajaban debajo de escotilla y no tuvieron lugar de salir .
A esta novedad despachó la Plaza 4 lanchas armadas con marinería y la 2ª Compañía de Granaderos de la Princesa mandada por su teniente D. Manuel Salcedo que iba en una de ellas con la cuarta parte de la compañía y lo restante distribuido en las otras tres con el subteniente del mismo regimiento D. Bernardo Navarro y dos oficiales prácticos de la dotación de esta Plaza, y aunque acudieron prontamente hallaron ya la saetía cortados los cabos de sus amarras y hecha vela del trinquete y mesana en cuyo estado la abordó y asaltó la lancha del citado Salcedo haciendo lo mismo sucesivamente los demás, pero solo hallaron en ella un marinero de los nueve de su tripulación que pudo libertarse arrojándose y manteniéndose en el agua el poco tiempo que los moros se detuvieron en disponer la embarcación como se ha dicho ( sin duda con el fin de que el viento y corriente la abatieran a perecer en su costa) y llevarse cautivos los otros ocho marineros, en vista de lo cual se dejó en la embarcación una de las lanchas con su marinería, el subteniente y 10 granaderos de la Princesa y el teniente práctico de la dotación de la Plaza D. Cristóbal León, para que la aseguraran y custodiaran, siguiendo las otras tres lanchas a costear las aguas de la playa por si acaso daban con la de los moros, y no conseguido esto se retiraron a la Plaza.
MIRANDA.- Diario…
Este día se notó que el fuego de los enemigos, tanto de sus ataques como de las baterías, era más vivo que el ordinario y fue aumentando sucesivamente al ser de noche, lo cual obligó a todos los fuertes exteriores a que correspondiesen igualmente, creyendo, con efecto, que algunos moros de hubiesen introducido en nuestras explanadas; pero todo este aparato llevaba en sí otro objeto muy diverso, como se verá en lo siguiente.
De resultas del fuerte temporal que corrió los días anteriores solo habían quedado en la bahía dos embarcaciones catalanas de transporte que, no pudiendo hacerse a la vela como las otras, eligieron el partido de mantenerse a todo trance sobre sus amarras, y los moros, aprovechando la ocasión, determinaron embarcarse en una de las lanchas nuestras que tomaron el día 19, y sorprendiendo la tripulación que hubiese a bordo, apresar dichas embarcaciones. Así lo ejecutaron efectivamente a las 11 de la noche, arrojándose sable en mano sobre una de las expresadas embarcaciones cuya tripulación, creyendo que la lancha que les abordaba fuese alguna de las que sirven para la descarga, permitió se acercase y cuando conocieron ser enemiga se hallaron ya con los moros encima que, con el sable y las pistolas, les obligaron a rendirse prisioneros. Un muchacho solamente tuvo bastante presencia de espíritu para arrojarse con prontitud al mar y, cortando el cabo con que a la proa de la citada embarcación estaba atada su lancha, logró ponerse a salvo, recogiendo al mismo tiempo a tres marineros que pudieron echarse al mar, y condujo hasta la Plaza, con la noticia del suceso de que había sido testigo.
Con este aviso dispuso nuestro General inmediatamente se embarcase una compañía de granaderos ( la 2ª del regimiento de la Princesa) y alguna gente de la Plaza en tres lanchas que fuesen en seguimiento de los enemigos, pero habiéndose adelantado otra lancha que improvisadamente salió de la Marina al primer aviso con cuatro o cinco hombres de armas solamente, llegó al paraje donde estaba dicha embarcación y observando huía esta a la vela y que los moros habían naturalmente percibido la suya, comenzó a hacer fuego como llamando a las otras lanchas que les seguían, lo cual visto por los moros se retiraron inmediatamente en la suya, llevándose consigo 7 marineros y 3 muchachos cautivos, y abandonando la citada embarcación que fue conducida al puerto por nuestras lanchas. (Es cosa notable que ninguno de estos oficiales hubiese previsto cortar la retirada al enemigo en tiempo por la parte de la Restinga, que era la única parte donde debía presumirse lo intentaran). Y habiendo estas dejado a su bordo un corto piquete de granaderos con un oficial para custodiarla pasaron a la segunda embarcación que encontraron amarrada y con un solo muchacho, quien expresó haber estado allí los moros después de hacerse dueños de la otra y no encontrando gente allí se restituyeron a la primera, habiéndose él escapado porque cuando le vio venir se arrojó al mar y, agarrándose a un cabo de la proa de dicha embarcación se mantuvo debajo del agua hasta que se fueron (40).
FERNANDEZ DE CASTRO.- El sitio de Melilla… P. 87
(40) Haciendo fuego de fusil en las inmediaciones de la rampa de Florentina que cubre de los fuegos enemigos de la playa a la puerta del Socorro, fue muerto de un disparo el soldado Pedro Monteyo de Modena, perteneciente al regimiento de Infantería de Nápoles.
(Según Loaiza, hubo dos muertos y 11 heridos)
Día 3
ANONIMO.- Diario…
En este día se ha conocido bastante inacción en los enemigos, cuyo bombardeo ha sido muy corto y sus operaciones ningunas.
(Según Loaiza, hubo 99 bombas y 76 tiros de cañón)
En la laguna al leste de esta Plaza se ha advertido una lancha grande varada sobre aquella costa y también se ha visto salir del último espaldón de la playa algunas gentes que por su traje no denotaban ser moros y que estos le condujeron hacia la tienda del Rey, presumiéndose tal vez sean los que los enemigos sorprendieron anoche en la embarcación catalana.
El contrarresto de nuestros fuegos ha sido a proporción al de los enemigos en este día en el que se han seguido las obras últimamente empezadas en la Victoria Chica, en ramales de mina, en la artillería en componer algunas cureñas que han inutilizado las bombas del sitiador.
CAVALLERO.- Diario…
También han trabajado los enemigos la noche pasada en el propio ataque que la antecedente, pero con poco adelantamiento, y durante el día no han hecho fuego alguno de cañón ni mortero contra la Plaza, aunque esta no ha dejado de dispararles algunos tiros no obstante lo recio del viento que inferimos haya causado dicha suspensión.
Esta mañana arreció el tiempo y obligó a levarse y hacerse a la vela a la saetía catalana con la misma tripulación y guarnición que se dijo ayer le quedara a su bordo, pero ignoramos el destino donde se dirige.
En los trabajos hemos continuado con el posible adelantamiento.
MIRANDA.- Diario…
Este día amaneció con un fuertísimo viento del Poniente, lo que obligó a la embarcación sorprendida el día antecedente de hacerse a la vela por no tener anclas suficientes para fondear, y viendo que viento aumentaba y que a varios cañonazos que tiró pidiendo socorro, no correspondía la Plaza, porque el tiempo no lo permitía, se hicieron a fuera vuelta de España y creemos haya tornado a Cartagena u otro puerto de Levante.
A las 10 de la noche salió igualmente la otra embarcación que quedaba en la bahía con peligro para España.
El fuego de las baterías enemigas y nuestras ha sido lento y sin particularidad, cuya circunstancia ocurre igualmente en cuanto a los movimientos que se han podido observar del campo enemigo.
El vigía ha dado parte de haberse visto conducir a la tienda del Príncipe los cautivos que tomaron los moros el día anterior atadas las manos.
(Según Loaiza, hubo un muerto y 4 heridos)
Día 4
ANONIMO.- Diario…
Continúa la inacción en el ejército, siendo su fuego aún más vivo que ayer, lento a proporción de otros días, por cuyo motivo, combinadas estas circunstancias con la de no venir espía alguna que la pueda aclarar, ha dispuesto el General hacer salir un número corto de voluntarios y desterrados de la Plaza con el fin de que, formando una emboscada inmediata a la playa al frente del ataque del Río y cubierta la espalda de la torre de Santa Bárbara de la compañía de granaderos de la Princesa que estaba a sostener, pudieron sorprender a los moros al tiempo de su preciso paso para la entrada de una pequeña zanja que tienen en ese sitio y de donde hacen bastante fuego de fusilería por las noches . La acción se logró como se había meditado, pues, apostada la gente en los términos expresados, se consiguió que a 12 de los contrarios que venían a cubrir la zanja dicha se arrojaron los emboscados sobre ellos hiriendo a los dos primeros y poniendo en derrota a los demás, a quien se hizo una pronta descarga, conduciendo sin perder tiempo los dos moros, de los que uno expiró allí a nada y el otro, aunque herido, ha podido servir para la indagación que pretendía el General.
Nuestras obras siguen con igual adelantamiento que hasta aquí, tanto en minas como en los demás trabajos de fortificaciones y artillería.
LOAIZA.- Diario… (3, 4 y 5)
A la siguiente noche de acaecida la cautividad de los diez marineros, pidieron los descubridores permiso a los señores jefes para hacer una salida; pidiéronles también varios piquetes de distintos regimientos y muchos oficiales, todos dispuestos a vengar el ultraje, pero el Comandante General mandó salieran solo 20 o 22 desterrados a las órdenes de sus respectivos cabos de varas, hombres de gran corazón y valor a prueba. Llamábanse estos Navarro, Reymundo y Pedro el Cabrero; el primero estaba de cabo en el espigón de la Victoria y los dos últimos en Santa Bárbara. Salieron, pues, los 25 por el rastrillo de Santa Bárbara y por delante de la estacada se apostaron en una zanja o ataque que servía de noche a los moros de trinchera. Vinieron estos, los sorprendieron los nuestros con una descarga, hirieron uno, mataron otro y huyeron los demás, retirándose los nuestros con los dos prisioneros, pero no fue el gusto cumplido; en San Miguel, en las troneras de los huertos, en la banqueta, en la estacada, etc. había apostados desterrados y soldados, y un tiro de estos mató a Pedro el Cabrero al tiempo de entrar en la Plaza, siendo su muerte muy sentida por ser sujeto de valor.
Creyendo íbamos ya que el Emperador se había retirado o los moros estaban escondidos en cuevas porque este y el día anterior no aparece ninguno por estos contornos ni se ven llegar a la tienda del Emperador los que habíamos observado le hacían la corte, pero el moro herido nos ha dicho que el Emperador estaba un poco malo.
Pusieron a este moro en el hospital de la sangre, que se había instalado en la cueva de la Florentina y ha muerto a los tres días de su permanencia en él, por supuesto que sin querer hacerse cristiano.
CAVALLERO.- Diario…
El fuego del campo ha sido solo 39 bombas y 7 tiros de cañón, y el de la Plaza igualmente ha sido lento, continuando los trabajos con la acostumbrada eficacia.
Este día se han visto entrar en el campamento enemigo como hasta 60 acémilas cargadas.
Pesarosos los Sres. General y Gobernador del cautiverio en que están los 8 cristianos que se han dicho de la saetía catalana intentaron proporcionar su redención apresando algunos moros vivos, parece que para proporcionar canje, y a este efecto han acordado y puesto en práctica una pequeña salida poco después de anochecer, compuesta de 24 desterrados que debían apostarse distribuidos oportunamente para sorprender la guardia de 10 o 12 moros que se tiene noticia suelen vagar a custodiar de noche el ataquillo del Río, pero a poco rato se han retirado a la Plaza con un moro muerto y otro herido diciendo se vieron precisados a hacerles fuego cuatro de nuestros desterrados porque casualmente venían a echarse sobre ellos ya con mucha inmediación hasta 14 o 15 moros bien armados, por lo que no se ha conseguido el logro de esta buena determinación.
MIRANDA.- Diario… (4 y 5)
En estos hemos visto una gran tranquilidad en el campo y baterías del enemigo, sin que adelanten un palmo de tierra en cuanto a trincheras u obras de ataque.
(Según Loaiza, hubo 132 bombas y 28 tiros de cañón)
Por la noche del primero se dispuso que algunos destacamentos (hasta el número de 22) saliesen a tomar el ataque que está inmediato a la torre de Santa Bárbara y fuerte de San Miguel, con el objeto de hacer prisioneros 6 u 8 moros que por la noche solían tomar dicho ataque. Así lo ejecutaron efectivamente a las 7, y habiendo ocurrido un poco después seis moros que descuidadamente se introdujeron en dicho ataque, los nuestros rompieron el fuego sobre ellos consiguiendo traer a la Plaza uno muerto y otro muy mal herido, porque los demás se pusieron en fuga. De nuestra parte hubo la desgracia de que una bala de fusil que vino del fuerte de San Miguel, sin embargo de las órdenes que anteriormente se dieron para no disparar hacia aquella parte, mató a uno de los nuestros que salió a dicha expedición (41), cuya retirada sostuvo una compañía de granaderos del regimiento de la Princesa que estuvo apostada para el efecto en la estacada del citado fuerte de Santa Bárbara.
Se nota igualmente hace más de seis días que no se ha visto al Emperador en su campo y que el concurso de gentes que acudía a su tienda y guardia diaria se ha disminuido notablemente, lo que nos hacía discurrir estuviese fuera acaso, pero el moro prisionero asegura está en su tienda e ignora si enfermo acaso.
Entre nuestras obras de defensa se añade un camino cubierto que desde el baluarte de las Cinco Palabras se construye por el Galápago hasta la Victoria, para poner a cubierto las gentes que pasan de la Plaza a este fuerte por sus explanadas del fuego de las baterías enemigas que hacen algún estrago por esta parte.
FERNANDEZ DE CASTRO.- El sitio de Melilla…P. 88
(41) Al frente de dicha partida de 22 desterrados de la compañía del capitán Manso salió el cabo de las Compañías Fijas Pedro Muñoz Barrera, natural de Encinas Reales, el cual, de regreso ya de la afortunada jornada, recibió un tiro suelto disparado desde el fuerte de San Miguel cuando Pedro Muñoz llegaba victorioso a nuestras banquetas.
MORALES.- Efemérides…
Pedro Muñoz Barrera salió por la noche con 22 hombres más al campo para castigar a los moros; se retiraron gloriosamente, trayendo dos moros, uno muerto y otro mal herido; estando ya dentro de las banquetas de nuestra estacada fue muerto por una bala de nuestros fuertes que disparaban para contener al enemigo.
(Hubo, según Loaiza, dos muertos y 5 heridos)
Día 5
ANONIMO.- Diario…
Hoy se ha conocido algún más vivo movimiento en el ejército, pues además que sus fuegos han sido más acelerados, han formado un camino cubierto desde la falda del cerro de Tarara a la Vega, y asimismo se ha visto entrar algún convoy de acémilas cargadas y que sus guardias diarias han sido más reforzadas que de costumbre.
(Hubo, según Loaiza, 184 bombas y 49 tiros de cañón)
De nuestros baluartes y baterías se ha opuesto a las del enemigo correspondiente viveza de fuego y con tanto mayor acierto que, ya por este motivo o por el de la emboscada de la anterior noche, se les ha visto muchos entierros.
Las obras principales de la Plaza no se omite la menor diligencia en su mayor prosecución.
CAVALLERO.- Diario…
La noche anterior han seguido los enemigos, aunque poco, el ataque que traen por frente San Antonio hacia el que viene de la bocamina, y durante el día nos han disparado 33 bombas y 17 tiros de cañón, habiéndole hecho la Plaza fuego regular y adelantado eficazmente los trabajos.
En los campamentos y parque han entrado unas 70 acémilas cargadas.
(Según Loaiza, hubo un muerto y 14 heridos)
Día 6
ANONIMO.- Diario…
Ha continuado el fuego enemigo con mayor viveza que se ha experimentado en algunos días y su principal objeto es a los fuertes exteriores, como el nuestro al de baterías. Nos han causado sus bombas considerable estrago en las estacadas de la Victoria, siendo el mayor el motivado una por caer sobre el pequeño repuesto de pólvora, cuyo incendio arruinó la garita y porción del parapeto en el ángulo de la espalda del medio baluarte de la derecha de su gola, e inmediatamente se dio providencia a sus reparos.
EXTRACTO DE LAS OPERACIONES…
El 6 de marzo, a las 5 de la tarde, cayó una bomba en Victoria Grande, pegó fuego a un pequeño repuesto de pólvora y granadas de mano, desbarató una garita, tiró al campo unos tablones que la tapaban y disparó un guarda-foso cargado de metralla, sin que hubiera más desgracias que la de tres heridos, estando inmediata toda la guardia del Regimiento de Zamora.
LOAIZA.- Diario… (6, 7, 8 y 9)
Uno de estos días se vio al Emperador sentado en la puerta de su tienda, y que los príncipes y comitiva ordinario le hacían la corte. Daba indicios de estar enfermo y sin duda para distraerle los que le rodeaban, nos mandaron hacer descargas generales con morteros y cañones, echándonos morteradas de balas de a 24, de las que han recibido nuestras, y las bombas, según sus truenos y estragos, serían de las de a 15 pulgadas, como las dos que conservamos para memoria, una de las cuales se envió al capitán general de Málaga y la otra tenemos en esta.
(Según Loaiza, hubo 187 bombas y 87 tiros de cañón)
Tuvimos algunas desgracias, y no fue la menor caer una bomba en el fuerte de Victoria Grande, sobre el repuestillo de la pólvora y granadas de mano, que estaba sobre el mamparo. Arruinó un pedazo de parapeto y muralla, lastimando a cinco soldados y pegando fuego a un cañón que estaba apuntando hacia nuestro mismo fuerte de Santiago, de suerte que solo la Providencia pudo librar a los que lo guarnecían.
A la torre de Santa Bárbara la taladró una bala de cañón y de rechazo mató a un cadete de la Plaza, hijo del teniente D. Diego Zazo, comandante de aquella torre. Ha sido muy sentido este muchacho porque daba muestras de ser gran tirador y tan buen soldado y tan valiente como su padre, que es reputado por tal.
Se están renovando las trainas de nuestros hornillos, porque se han humedecido y el último no quiso dar fuego.
CAVALLERO.- Diario…
El fuego enemigo han sido 120 bombas y 18 tiros de cañón, y el de la Plaza bastante vivo, continuando del mismo modo los trabajos y adelantamiento de minas.
Este día ha muerto el moro que se trajo herido la noche del 4.
MIRANDA.- Diario… (6 y 7)
El fuego de las baterías enemigas ha sido bastante vivo en estos días, y entre las muertes que ha causado fue la de un cadete de la Plaza, a quien una bala de cañón quitó la cabeza en el fuerte de Santa Bárbara (42) (Se asegura por el vigía que una bomba nuestra que esforzándola pudo caer en el campamento enemigo ha muerto siete moros que, según el vestido que llevaban de damasco carmesí, denotan ser personas de consecuencia).
Una bomba de las muchas que el enemigo arroja al fuerte de Victoria Grande puso fuego (en el 6) a un repuesto provisional de pólvora que, para el servicio de artillería, estaba sobre el mamparo, cuyo efecto fue arruinar un corto pedazo de parapeto y estropear 4 o 5 soldados, de los que estaban de guardia, con las astillas de aquellos maderos que servían para cubrirlo, siendo una gran casualidad el que no hiciese mayor estrago en tanta gente como guarnece el citado parapeto, y disparándose al mismo tiempo un cañón cargado de metralla que estaba inmediato apuntando al camino cubierto.
Nuestros minadores trabajan en renovar las trainas de los hornillos y fogatas que tenemos cargadas por considerarse estas ya humedecidas, y asimismo algunos ramales dirigidos hacia el Ataque Seco y la Bocamina desde San Carlos, cuyos parajes son ventajosísimos y por lo tanto conveniente el poder volarlos cuando convenga.
También se han sentido algunos golpes de pico sobre nuestras minas de Santa Lucía, que denotan construye el enemigo algunos ramales de trinchera en zig-zag hacia dicho fuerte, y nuestros ingenieros, por toda precaución, hacen se refuercen las murallas del fortín de la Victoria Vieja que miran a la cantera, cuyos cimientos están algo deteriorados.
FERNANDEZ DE CASTRO.- El sitio de Melilla… P. 89
(42) El día 7 de marzo de 1775 fue enterrado con toda solemnidad en la bóveda de la Cofradía de la Soledad de esta Iglesia Parroquial de Melilla, D. José Miguel Sasso y Berdiel, cadete de las compañías fijas de esta Plaza, de 18 a 20 años de edad, soltero, hijo de D. Diego Sasso, teniente de las dichas compañías.
En su partida de defunción , al folio 42 , libro VII de la Parroquia, se consigna: “Murió como buen soldado haciendo fuego al campo enemigo, cuya desgracia le sobrevino tan pronto con la muerte que apenas pudo decir ¡Jesús!. El sepelio fue presidido por toda la oficialidad y autoridades de Melilla.
(Según Loaiza, dos muertos y 10 heridos)
Día 7
ANONIMO.- Diario…
No se observa diferencia notable en los campamentos y baterías, continuando con su fuego en incomodar a los puestos avanzados con repetidos estragos, en cuyas urgentes recomposiciones se emplean un mayor número de operarios, sin atender los trabajos de las minas y en molestar al sitiador con nuestros fuegos por el acierto con que se dirigen.
(Hubo, según Loaiza, 20 bombas y 73 tiros de cañón)
CAVALLERO.- Diario…
Nos ha disparado el enemigo 84 bombas y 20 tiros de cañón, y la plaza les ha correspondido con fuego medianamente vivo, así como ha proseguido todos los trabajos sin cesar y la pronta reparación diaria del estrago del fuego enemigo.
MORALES.- Efemérides…
Don José Zazo, cadete, murió de un cañonazo enemigo en Santa Bárbara, estando haciendo fuego como buen soldado.
Murió Fernando Casanova, armero, de casco de bomba.
Estalló una granada en Victoria Grande, prendió fuego a un repuesto y derribó un lienzo de muralla que hirió a cinco soldados.
(Un muerto y 15 heridos, según Loaiza)
Día 8
ANONIMO.- Diario…
Sigue el enemigo con la mayor tenacidad su bombeo y que dirigen a los fuertes exteriores donde una de ellas ha arruinado todo el piso de la luneta de San Antonio de la Victoria, parte de sus parapetos y guardacabezas, a cuyos reparos se atiende con la posible aceleración.
(Hubo, según Loaiza, 125 bombas y 88 tiros de cañón)
Con motivo de haber entrado hoy 4 buques de la escuadra de Cisneros y otras de transporte que salieron de esta rada desde el temporal de la noche del 13 del pasado, han vuelto los enemigos a hacer uso de la batería de la Puntilla, dirigiendo sus tiros da cañón del calibre de a 6 a las lanchas que conducen los efectos a la puerta del varadero del Socorro.
Respecto de subsistir en la laguna la lancha de los enemigos ha mandado nuestro General al Comandante de la escuadra custodie las embarcaciones de su conserva con las lanchas de su escuadra bien armadas, costeando aquella playa inmediata del Leste, como lo ejecutaron los de la Plaza durante su ausencia.
En las minas se siguen los trabajos y en atender a la renovación de las salchichas que se inutilizan con la humedad, por más precauciones que se toman para libertarlas de este accidente en muchos de los hornillos.
LOAIZA.- Diario… (6, 7, 8 y 9)
Llegó la escuadra del departamento de Cartagena destinada a esta bahía, conduciendo 50 artilleros y un oficial, llamado Tamayo, procedentes de La Coruña. Trae también municiones de todos géneros, cañones, afustes de morteros y otros pertrechos.
CAVALLERO.- (carta de Cavallero al Conde de Ricla de 8-3-1775)
Excmo.Sr.
Señor.
Incluyo a VE. el diario de lo ocurrido en esta defensa desde el día 1º del corriente hasta el de hoy, con relación separada del fuego que nos ha disparado el enemigo en los mismos días, y quedo con el cuidado de que se forme un croquis manifestando su campamento y situación actual para remitirlo igualmente a VE. con la posible brevedad según se sirve prevenírmelo con fecha 14 del pasado.
Hasta ahora prosigue el enemigo sus operaciones , que se reducen a aproximarse cuanto puede con ataques y apostaderos haciéndonos las hostilidades y estragos propios del fuego de cañón y mortero que va expresado en relación, además del continuo de fusil, escopeta y algunos esmeriles que disparan con perfecta puntería, pero acudimos con tanta eficacia a las reparaciones que apenas amanece día alguno sin que queden precavidos enteramente los daños ocasionados el anterior en las fortificaciones, y estas restituidas a todo aquel uso que tenían y admiten sus circunstancias.
En las contraminas con que ha intentado hacer el mayor progreso y para ello no carecía de minadores, buenos obreros y proporción, tampoco han conseguido ventaja, y al contrario han sido volados y sofocados por nosotros, siendo así que no teníamos minadores ni obrero alguno de profesión; de manera que no pudiéndonos superar con esta fuego subterráneo como lo espero, ni teniendo medio para proporcionar el superior con competente número de artillería gruesa de batir, no siendo que el enemigo insista fiado únicamente en el método y fuerzas aplicadas hasta ahora, pues tiene sobrado desengaño de su insuficiencia con los 90 días que lo experimenta.
Por sorpresa no es creíble mediante la vigilancia, celo y puntualidad con que sirve nuestra guarnición; y para el avance y asalto está pronto y preparado todo lo conducente a rechazarlos, así de fogatas, bombas enterradas, abrojos, peines, caballos de frisa, fuegos incendiarios y demás ardides que admite esta situación, además de los hornillos reservados a mayor abundamiento.
Por bloqueo únicamente pudiera conseguirlo teniendo proporcionadas fuerzas marítimas que superasen las nuestras, pero como carece de este auxilio y los socorros de España son frecuentes tampoco por este medio es creíble consiga la rendición; bajo cuyas reflexiones y el tesón con que vemos insiste en este designio, puede recelarse que esté esperando en tener algún aliado que le facilite competente artillería y munición para su empresa, o bien que subsisten en su antigua terquedad pugnando dilatado tiempo contra las máximas civilizadas de la guerra.
Que es cuanto juzgo y puedo referir sobre el asunto.
Nuestro Señor guarde a VE. muchos años.
Melilla, 8 de marzo de 1775
Excmo. Sr.
Beso la mano de VE. (BlMdVE)
Juan Caballero
Excmo. Sr. Conde de Ricla
CAVALLERO.- Diario…
Ha seguido el fuego con 80 bombas y 31 tiros de cañón, y el de la Plaza regularmente, continuando los trabajos y adelantamiento de minas según costumbre, y como en una de estas vamos aproximándonos ya debajo del ataque que traen los moros hacia Santa Lucía, parece han percibido los golpes y recelosos con razón no prosiguen su trabajo dicho en los días 2, 3 y 5.
MIRANDA.- Diario… (8 y 9)
El fuego de las baterías enemigas ha continuado en estos días en viveza causando no poca incomodidad en el fuerte y fortines adyacentes a la Victoria, a donde dirigen la mayor parte de sus bombas aunque sin mucho estrago de la guarnición.
La mañana del primero han entrado dos fragatas y dos jabeques de guerra de la escuadra destinada a esta bahía , que conducen 50 artilleros con sus respectivos oficiales para esta guarnición, como asimismo varias otras embarcaciones de transporte cargadas de pólvora y demás municiones de guerra y boca que comenzaron su descarga inmediatamente .
En el campamento enemigo se observa la mayor tranquilidad y a las cuatro de la tarde hemos visto al Emperador sentado a la puerta de su tienda con su gran guardia de negros y un magnífico acompañamiento de los principales oficiales de su ejército, lo que nos hace discurrir haya estado indispuesto de salud, según lo referido por el moro prisionero del 4 de este.
Nuestros trabajos siguen con el mayor vigor y la Plaza dirige todo el fuego de sus baterías contra una de 3 o 4 cañones que los enemigos han establecido en Santiago contra el fuerte de San Miguel y no dejan de hacer algún daño a la guarnición. (43) y fortificación de este.
Por la noche del día primero llegó el confidente A… cuyas noticias han sido reservadas al General y Gobernador.
FERNANDEZ DE CASTRO.- El sitio de Melilla… P. 91
(43) Entre las víctimas producidas este día por el bombardeo figuran: Fernando Casanovas, oficial de armero, natural de Bañolas (Cataluña), que murió en el hospital de casco de bombas, haciendo testamento a favor de su madre. También murió de un balazo disparado por el enemigo el soldado Pedro Agdomer, de Alsacia, perteneciente al regimiento de Bravante
MORALES.- Efemérides…
Pedro Agdomer murió de bala de Artillería.
(Según Loaiza, tres muertos y 8 heridos)
Día 9
ANONIMO.- Diario…
Las operaciones del enemigo son las de continuar el fuego de las baterías a las nuestras, habiéndoseles conocido aumentar a las ya expresadas otra con dos troneras en el sitio llamado Rostro Gordo, inmediato al campamento de la Puntilla, en la cresta del escarpado que baña el mar, con objeto de incomodar el desembarco de los efectos por el varadero de la puerta del Socorro de la parte de levante.
(79 bombas y 90 tiros de cañón, según Loaiza)
La lancha con que insultó una de nuestras embarcaciones de transporte la noche del 2 la conservan en la laguna con una custodia de 300 hombres de a caballo desde que nuestro General dispuso cursasen nuestras lanchas aquella playa para prestarles cualquiera otro intento.
Se continúa con igual celo y eficacia en perfeccionar las obras y reparos de fortificaciones y en la prosecución de ramales de minas, adelantando cuanto conduce a la mejor defensa, atendiendo con el mismo esmero el ramo de artillería en cuanto corresponde a sus faenas y el acierto del ejercicio de sus fuegos de morteros y cañones, cuyas….manifiestan la actividad e inteligencia de su comandante y oficiales subalternos.
CAVALLERO.- Diario…
Esta madrugada entró un confidente, cuyas noticias se reducen a confirmar la de estar en poder de su emperador los 8 cautivos de la saetía catalana con un muchacho, y que los enemigos conservan prontas las escalas en poder de su alcaide Amar sin haber desistido aún del designio de avanzar la Plaza.
Ayer fondearon en esta rada 3 fragatas y un chambequín de nuestra Armada que vienen de Málaga (donde les obligó a retirarse el temporal del día 19 del pasado) y conducen 19 cañones de bronce; con estas embarcaciones han venido otras 4 que traen 500 quintales de pólvora , maderaje y víveres.
Han destinado los enemigos un cañón de a 12 y otro de a 8, en su batería de Santiago, desde donde dirigen el fuego al fuerte de San Miguel y la torre de Santa Bárbara , causando algún desmonte en sus parapetos, pero se acude prontamente al remedio.
Este día dispararon 92 bombas y 54 tiros de cañón a la Plaza, que ha retribuido con fuego regular, adelantando todos sus trabajos eficazmente.
MIRANDA.- Diario… (8 y 9)
La noche del segundo concluyeron poniendo en tierra algunos cañones y cureñas de a 24 que aún conservaban a bordo dichas fragatas, de las últimas remesas que condujeron para esta.
Y marchó igualmente una embarcación de transporte que lleva cuarenta y más heridos de la guarnición a curarse a los hospitales de Málaga.
Día 10
ANONIMO.- Diario…
Han entrado en este día en el campo 200 caballos y los convoyes cotidianos de víveres y municiones, continuando con suma aceleración en el trabajo de las baterías de Rosto Gordo, adonde han conducido dos cureñas.
Sus fuegos han sido bastante vivos; el de nuestra parte a correspondencia, siguiendo nuestros trabajos de fortificaciones, minas y faenas de artillería con la actividad acostumbrada, agregándose a este día el desembarco de los 13 cañones de a 24 y sus montajes, que han conducido las fragatas de S.M. con otros pertrechos y municiones.
(87 bombas y 30 tiros de cañón, según Loaiza)
LOAIZA.- Diario…
Pusieron en tierra las referidas embarcaciones 19 cañones de los calibres 24, 18 y 12, y aun se dice que traen una culebrina.
Anoche se embarcaron 57 enfermos para España, y con esta son diez las remesas que han ido.
Durante el embarque y desembarque de estos efectos y tropas nos han estado bombardeando sin cesar; muchas en caído en el embarcadero de la Marina, pero a ninguno de los que allí estábamos nos hicieron daño.
En la puerta de la Florentina estaba de centinela, entre unos cestones, un tal Juan de Mora, soldado de la Princesa; un casco de bomba le quitó la gorra y como vieron que se mantenía de pie creyeron todos que no le había tocado, pero a poco cayó y vieron que la gorra tenía los sesos.
Otra bomba cayó en una taquilla donde se reparte el pan y mató seis hombres, sacando además de entre los escombros siete heridos. El taquillero era un tal Pedro Burdo, desterrado, que murió también y se le encontraron 20.000 reales.
Al amanecer se vio en el cerro de la Horca, frente a nuestro fuerte de la Victoria, un gran estandarte o bandera encarnada en una gruesa y larga asta que tenía por remate un pomo dorado. Esta dicen ser el palo mayor del falucho de Bordoi.
Muchas bombas nos han tirado, especialmente a la Victoria, donde había más de 600 hombres a descubierto, pero no hubo más desgracia que la de pegársele fuego a los cartuchos de la canana que tenía puesta un desterrado, quemándole la ropa y sin causarle la menor lesión, lo cual mas bien debe tenerse por gracia que por desgracia.
Han llegado de Sevilla 14 operarios de la compañía de obreros; hay carpintero, herreros, etc. Se conocen los sargentos y cabos porque gastan escarapelas encarnadas en los sombreros.
Concluida ya la batería del torreón de las Cabras, se han montado en ella tres cañones de a 24.
Día 11
ANONIMO.- Diario...
Se ha visto entrar en los campamentos 500 hombres, los 300 de infantería y los restantes de caballería.
Sus fuegos de las baterías han sido lentos… (hubo, según Loaiza, 123 bombas y 53 tiros de cañón) …han colocado en la nueva de Rostrogordo un cañón de a 6 reforzado, dirigiendo sus tiros contra las lanchas del desembarco hacia la puerta del Socorro.
Siguen nuestros fuegos con conocido estrago en las trincheras del enemigo y de algunas vidas… ( ) …y las obras y reparos en los fuertes y minas con el acostumbrado esmero, no obstante la inacción que se nota en el sitiador.
LOAIZA.- Diario…
Rompióse el fuego con los tres berracos de la nueva batería contra los campamentos enemigos; primero con una carga de 12 libras de pólvora y se quedaron cortas las balas; volvieron a cargarse con 14 y tampoco llegaron, y, por último, se le metió a cada cañón 16 libras de pólvora y se consiguió ponerlas a la puerta de las tiendas, pero sin lograr el objeto que se proponían los artilleros. Suspendiéronse las pruebas porque se vio entrar un ejército como de 50.000 moros que calculamos ser refuerzo, y por si acampaba al alcance de nuestros fuegos, no se les quiso advertir del peligro. Además que se había roto el eje de una cureña quedándose la batería con dos piezas únicamente y querían reservarse para mejor ocasión, pues ya se supuso que aumentando la carga llegarían los proyectiles hasta el sitio deseado. Me alegraría en el alma que no volviese a repetir el saludo porque la cueva de privilegio donde vivo está casi debajo de la batería y cada vez de escupe el cañón es tanto lo que aquella se cierne y granea que temo se necesiten muchos picos para sacarnos de entre el escombro si se continúan los disparos.
Se dejó ver la escuadra del brigadier D. Antonio Barceló y viendo que había otras embarcaciones de guerra en esta bahía, solo dio fondo un jabeque, siguiendo los demás buques su rumbo al Poniente, con objeto de costear el Riff y presentarse en los otros presidios, Alhucemas y el Peñón. En el jabeque que fondeó venían el teniente de esta Plaza D. Cristóbal de León; el alférez Navarro; cadete Rosa y los demás que en la noche del 19 fueron a parar a Cartagena. Dijeron estos que estaban construyéndose en aquel arsenal cuatro navíos y concluidos hasta quince, y seis bombardas; que se aguardan diez de los que estaban en Indias; que hay orden de embargar todas las naves mercantes; que se tienen ya doce preparadas para transportes y han visto embarcar en ellas 100.000 sacos de galleta, 100.000 barricas de carne y otras provisiones para la expedición que proyecta nuestro Rey de España; en fin, que vieron hasta 14.000 escalas y tanto tren de guerra preparado que asombra a la Europa.
Tantas han sido las bombas que hoy nos han echado que nos han puesto en notable aprieto. De seguro que si hubieran empezado el sitio con fuego tan horroroso y tenaz no hubiera tardado en rendirse la Plaza. Ya sabe V. que soy poco asustadizo, pero hoy he hecho dos actos de contrición de todo corazón.
Una bala de los contrarios pasó en el fuerte de San Miguel los sacos de tierra del parapeto llegando hasta la puerta del cuarto del comandante. Otra, en el mismo fuerte, puso boquituerto a un cañón de bronce de a 24. Otra mató a un sargento, y otra de fusil a un soldado de Zamora, taladrándole de sien a sien.
Se ha dado paso al ramal del principio de nuestras minas, por encima de un arco que está en el aire, sobre el foso del agua que hay bajo el puente a la entrada de la Plaza de Armas, y que deberá seguirse hasta encontrar la misma mina. El trozo que coge el foso debe cegarse para sacar de él la tierra y darle comunicación con el mar, debiendo este pasar por bajo estos puente y arco, desde el Galápago hasta el Mantelete, para que a su tiempo, cortado el puente , quede aislada la Plaza y circunvalada de mar; pero esta es obra muy larga, porque la tierra que se saca de ella es la única que hay en esta para las obras de fortificación, etc., y necesitándola conservarla, solo se extrae la que aquellas gastan. Si se concluye esta mina, quedará a prueba de bomba y será, a mi ver, de mucho mérito y utilidad.
CAVALLERO.- Diario…
Entraron en el campo 500 hombres que se discurre sea la muda o relevo de las cabilas.
Se avistaron a la boca de esta rada 3 jabeques de S.M. mandados por su Comandante D. Antonio Barceló, y uno de ellos llegó a fondear y ha desembarcado el oficial de esta Plaza con el Subteniente y Granaderos de la Princesa que se fueron el día 3 escoltando la saetía catalana, y esta ha quedado en Cartagena, donde le obligó a huir el tiempo desde aquí.
El fuego del campo fueron 151 bombas y 26 tiros de cañón, a que ha correspondido regularmente la Plaza, prosiguiendo el adelantamiento de sus trabajos y descargas.
MIRANDA.- Diario… (10 y 11)
El segundo se presentaron en esta bahía 3 jabeques al mando del brigadier D. Antonio Barceló, de los cuales dio fondo uno y los demás marcharon sin dar fondo vuelta de los demás presidios. El que se quedó en esta bahía, al mando del hermano de Barceló, condujo al oficial y granaderos del regimiento de la Princesa que el fuerte temporal del día 2 del presente obligó a salir de dicha bahía y arribaron a Cartagena en la embarcación que dijimos había sido apresada por los moros este día.
Se observa una general inacción en el campo enemigo en punto a obras de ataque, lo que manifiesta bien claramente el poco progreso que deben esperar de su sitio y, al mismo paso, la confianza que funda la guarnición de esta Plaza en su defensa, ínterin no muden de sistema en su método de atacar trayendo gruesa artillería, etc., bien que no puede evitarse la incomodidad y riesgo que son relativos a su bombardeo, como el que se experimenta (44).
FERNANDEZ DE CASTRO.- El sitio de Melilla… P. 92
(44) Resultó muerto este día a consecuencia de bala disparada por uno de los cañones enemigos de la Puntilla, el soldado de la primera compañía del primer batallón del regimiento de Zamora, Juan Cabezas.
MORALES.-Efemérides…
Murió Juan Cabezas, de bala de artillería, y de heridas recibidas durante el sitio, en este día y sucesivos, Raimundo Capellero, Julián Espejo, Francisco Morales y el subteniente D. José Vidal.
(Dos muertos y 9 heridos, según Loaiza)
Día 12
ANONIMO.- Diario ..
Se vio otra nueva batería entre Rostrogordo y la Puntilla, pero sin cañón alguno.
No se ha notado movimiento de los campamentos; sí solo entre 7 y 8 de la noche muchas hogueras alrededor de todos ellos, sin saber a que atribuir esta novedad nunca vista durante el sitio, lo que motivó a nuestro General mandar salir una lancha hacia las costas de la playa para investigarla con la claridad de la luna; pero nada se notó, si antes mucho silencio en sus campos.
Sus fuegos han sido más vivos que ayer y los nuestros han producido contra el adversario notables daños… (Hubo, según Loaiza, 111 bombas y 46 tiros de cañón) …siguiendo a nuestros trabajos sin diferencia a los demás días en atención al mayor adelantamiento.
CAVALLERO.- Diario…
Entraron en el campo 26 camellos y 30 acémilas menores cargadas, y han perfeccionado la batería dicha en el día 10 para precaverse contra las avenidas del mar.
La Plaza ha adelantado con celeridad sus trabajos, terminando también las descargas de embarcaciones; su fuego ha sido vivo este día y el del enemigo 13 bombas y 27 tiros de cañón.
Poco después de anochecido hemos visto que los enemigos encendían muchas hogueras en sus campamentos y que han durado ardiendo como cosa de una hora, por cuya particular novedad se ha puesto la tropa sobre las armas, manteniéndose toda la noche dobles retenes.
MIRANDA.- Diario… (12 y 13)
El fuego de los enemigos ha sido bastante lento en esos días, sin embargo de que las baterías de la Plaza han correspondido con viveza sobre todo su campamento y obras de ataque.
Se ha notado en la mañana del primero que entraron en dicho campamento hasta 500 hombres de infantería, y a las 8 de la noche unas grandes hogueras por toda la división que está acampada al frente de la Puntilla al modo que cuando se levanta algún gran campamento, y recelosos de que no fuese esto algún ardid militar dispuso nuestro General se pusiese toda la guarnición sobre las armas, hasta que la descubierta del día siguiente nos aseguró de no haber novedad alguna, por cuya razón lo hemos atribuido a alguna festividad particular suya.
(Dos muertos y 12 heridos, según Loaiza)
Día 13
ANONIMO.- Diario….
Sigue el enemigo algo más acelerado que ayer con el uso de sus morteros y cañones que dirige con alguna más particularidad a los fuertes exteriores.
(Según Loaiza, hubo 50 bombas y 86 tiros de cañón)
Sus trabajos de trincheras es únicamente la ya mencionada en Rostrogordo, en la que han colocado unas piedras blancas en forma de colosos, contentándose con esta rareza sin presentar todavía cañones en ella.
En su mina no advierten nuestras escuchas ningunos golpes, aunque se ha notado rodar escombros en la lastra de la Puntilla al Rosario, que es por donde la traen desde el principio del sitio.
El acierto de nuestros tiros de cañón y morteros es cada día mayor, como también el progreso de nuestras faenas pertenecientes a este ramo.
En fortificación se continúa con toda eficacia en cuantos reparativos son dables ajustar y precaver el daño e intento del adversario.
LOAIZA.- Diario… (13 y 14)
Ha dado orden el señor Gobernador para que las mujeres que quedaron en la Plaza, que serán ocho o diez, se transporten a España, pues con motivo de las tabernas que estas tienen, se reúnen pelotones de gente y hay más desgracias. Las pobres, bien por no abandonar a sus maridos , bien por no conocer a nadie en Málaga, pues son extranjeras, o bien por cariño que nos tienen, han huido a esconderse en cuevas y otras andan empeñando en su favor a las personas de influjo de esta, pero me parece que nada conseguirán.
CAVALLERO.- Diario…
Después de salido el sol, y hecha la descubierta, se han retirado los retenes según costumbre, sin haberse notado más novedad que algún adelantamiento como de 6 a 8 varas en la trinchera que desde la Voladura de los moros va a abrirse con la bocamina.
De la batería de Santiago han retirado el cañón de a 8 y solo queda de ella haciendo fuego el de a 12.
Quedan puestos 2 cañones en la batería que perfeccionaron los moros ayer tras de la Rambla de la Puntilla.
Este día han llegado como 60 camellos cargados al campo, y este ha disparado 31 bombas y 18 tiros de cañón contra la Plaza, la cual les ha retribuido con fuego vivo y al mismo tiempo se van poniendo en batería los cañones que acabaron de descargarse ayer.
Nuestros trabajos, reparaciones y adelantamiento de minas siguen con la mayor eficacia, y con las de Santa Lucía y San Carlos nos aproximamos ya debajo de las trincheras vecinas del enemigo.
Día 14
ANONIMO.- Diario…
En la madrugada de este día se ha notado que en la primera batería de Rostrogordo han disparado con 5 morteros una cuantas bombas con intento de probar su alcance hacia las embarcaciones, no obstante de reconocerse estar a mucha mayor distancia.
También sobre la misma hora se ha visto en la división del Rey una gran llamarada, como voladura de algún repuesto, y salido el día no se ha conocido en aquel mismo paraje indicio alguno de incendio sin que se pueda conjeturar la causa verdadera de todas estas novedades sino es que sea alguna celebridad de Pascua que son frecuentes entre ellos.
Los demás movimientos en este día no han sido dignos de consideración y los fuegos lentos, haciendo uso, por la que mira a cañón, con uno de Santiago, con el que sin embargo han hecho algún daño en las débiles murallas de San Miguel y San Felipe.
(Según Loaiza, hubo 39 bombas y 40 tiros de cañón)
El haber picado el viento al Leste al salir el sol e ir arreciando cada vez más ha obligado a los bastimentos de transporte que han descargado en esta rada a levarse con toda la escuadra dirigiendo su rumbo a España sin tomar los pliegos por lo recio que entró el tiempo.
Las obras y trabajos se continúan de nuestra parte con todo esmero, preparando el terreno para algunas fogatas en las plazas de armas del camino cubierto de la Victoria, siguiendo en minas donde se han cargado algunos de los nuevos hornillos y construido recámaras para otras… ( ) …y en la artillería se han montado algunos cañones de los últimamente venidos de Cartagena.
LOAIZA.- Diario…
D. F. Salinas, alférez reformado, el que tiró el pistoletazo a D. Juan Suárez, está de comandante del fuerte de los Viejos, que es el de Santiago, y lo custodia una partida de desterrados. Este oficial ha dado ya varios partes de cómo los moros están minando bajo de dicho fuerte, pero nunca se le ha creído, teniéndolo por materia imposible, pero instando hoy de nuevo y corroborado su aserto por el padre cura Trujillo y el capitán de la Princesa Miranda, que afirmaron haber oído trabajar clara y distintamente hacia dicho sitio, conociéndose hasta ser cuatro los picos que se sentían , han tomado los señores jueces y el cuerpo de ingenieros por su cuenta el reconocimiento del terreno, haciendo de día y de noche diferentes pruebas, y mandando salir por aquel paraje varias lanchas con gente entendida para reconozcan si hay escombros, pero cuantos reconocimientos se han practicado han dado a entender que no existe tal mina. Lo que han hecho con esta noticia es contristar en gran manera a toda la población, porque de haber llegado los moros hasta aquel sitio ya estarían minados nuestros fuertes Victoria, San Carlos y Rosario, pues precisamente habrían de pasar por debajo de estos para llegar donde suponían, y habrían dejado cargados sus correspondientes hornillos para volar aquellos. Con la revista de los peritos se aquietaron algo los ánimos y quedó el amigo Salinas por embustero.
CAVALLERO.- Diario…
Entre una y dos de la madrugada se observó un incendio inmediato a uno de los campamentos del enemigo, que parece sea algún barril de pólvora que se les voló, no obstante por si acaso fuese alguna seña, se redoblaron los retenes a todas las guardias, manteniéndose la guarnición con el debido cuidado.
El fuego de ese día han sido 18 bombas y 15 tiros de cañón, y el de la Plaza medianamente vivo, habiéndose continuado sus trabajos y adelantamiento de minas con el mayor esfuerzo.
MIRANDA.- Diario… (14 y 15)
Continúa en los mismos términos que el día anterior el fuego de las baterías enemigas y quietud de sus campamentos, habiéndose perfeccionado por nosotros la batería provisional de San Juan en que hemos montado 4 piezas de bronce de a 24 y dos o tres de mortero.
La guarnición sigue sin embargo poniéndose sobre las armas con la mayor vigilancia hasta verificada la descubierta.
Por la noche del primero se llegó a los ataques inmediatos al fuerte del Rosario un renegado catalán, quien estuvo de conversación con otro soldado artillero del mismo fuerte, asegurándole que el Emperador se hallaba muy disgustado del poco progreso del sitio, que tenía ya muy pocas bombas, etc., y que él finalmente se pasaría a la Plaza como no le castigasen; lo que sabido por el General mandó se le ofreciese el perdón y aún premio, pero no se ha verificado sin embargo de que volvió la noche siguiente al mismo puesto.
Toda nuestra escuadra y embarcaciones de transporte se hicieron a la vela a la mañana del primero, habiéndose levantado un viento y mar fuertísimo del Levante, temerosos de los estragos que con iguales tiempos hemos experimentado anteriormente, dejando sola la bahía.
(Tres heridos, según Loaiza)
Día 15
ANONIMO.- Diario…
Se ha observado una inacción grande en el campo, poca tropa en las trincheras y sus fuegos muy lentos. La Plaza les ha correspondido con alguna actividad y con acierto a sus baterías como con el mortero.
Sigue la quietud del sitiador en sus minas pero con todo se continúa en las nuestras incesantemente y se están cargando los hornillos expresados en el día antecedente.
LOAIZA.- Diario…
El no habernos tirado en estos últimos días sino una bomba de cuando en cuando y el notarse casi una total inacción en el campo enemigo nos dieron aún mayor motivo para creer venían ya las minas por las explanadas del referido fuerte de Santiago y que, por ser descampado, no se había oído trabajar; así es que, a pesar del escrutinio del día anterior, había miedos.
(Sin embargo, el propio Loaiza dice que hubo 110 bombas y 16 tiros de cañón)
En la noche de este día se iluminaron los campamentos y el comandante de la Victoria dio parte de que los moros de la Puntilla habían levantado el campo, quitando las tiendas, y que se iban. Se puso en aquella hora la tropa sobre las armas, con gana toda la guarnición de salir a picarles la retaguardia y apresarles la artillería, pero los más fueron de opinión de que al enemigo que huye, puente de plata.
Oyose y vióse también en esta misma noche, hacia la boca de la laguna, un repetido tiroteo de fusilería, sabiéndose después había provenido de que dos lanchas de las fragatas, armadas en corso, andaban recorriendo las playas moriscas a la caza de aventuras, y resolvieron hacer un desembarco para buscar entre tomillares y lentiscos de la costa la lancha o grullo que tienen allí escondida los moros con objeto de pegarle fuego o traérselo, pero como estos perros no gastan cama y lo mismo se les da estar en la tienda que en la playa , sin duda tendrían puestas centinelas y , apercibidas de la llegada de los nuestros , se trabó el tiroteo que fue por ambas partes muy vivo pero que no ocasionó sangre.
El sargento Francisco Béjar, comandante del Rosario y de una partida de desterrados forajidos, dio parte como en la voladura del hornillo que tuvo lugar el 16 de enero, hacían los sitiadores una zanja y que, según ahondaban, parece que tenían pensado de llegar hasta el mar que dista de allí gran trecho. Para impedirles el trabajo pedía 300 granadas de mano que le fueron entregadas al momento.
Se volvieron a practicar nuevas pesquisas con el fin de asegurarse si era cierto o no la mina del fuerte de los Viejos, porque aún no había desaparecido por completo en algunos ánimos el recelo que semejante noticia causó. Hízose al efecto cesar todos los trabajos, así en las minas como en la Plaza, y en aquel ramal nuestro que se calculó más próximo a dicho fuerte, hacia donde apoyaban que trabajaban los moros, se colocó a un trabajador con la orden de que diese doce golpes seguidos y uno más con un breve intervalo de tiempo tan luego como se le hiciese una señal. Pusiéronse, pues, muchos oficiales y no pocos curiosos en el referido fuerte y, dados los trece golpes convenidos, se advirtió al oírlos que eran los nuestros y no los moros los que trabajaban por aquel sitio. Desaparecieron por consiguiente todos los escrúpulos y quedó el amigo Salinas lucido.
Un artillero catalán que estaba en el fuerte del Rosario habló cuatro noches seguidas con un paisano suyo renegado. Reveló el artillero al Gobernador que aquel infeliz era el amigo más querido que tenía, llamado José Fons y que le había dicho se había pasado desde Ceuta a las filas enemigas, viniendo al sitio con el Emperador en calidad de artillero. Dio razón de la artillería que había en el campo y que tenían un maestro de echar granos holandés, voluntario, el cual estaba componiendo los morteros desfogonados. Declaró asimismo que en el campo se sabe cuanto hay en la Plaza, hasta que nuestro maestro de echar granos se llama Tomás Encuentra. Explicó cuantos soldados tenemos y el número de los cuerpos a los que pertenecen, y dijo que el desertor napolitano había aconsejado, como presumimos, para que se tirase a los fuertes exteriores, y cómo le cortaron la cabeza con un tajan, que es un sable corto y corvo. Por último, aseguró que él no era renegado y que se vendría a la Plaza si el Gobernador prometía no castigarle, en cuyo caso se pasarían también con él otros cuatro de sus amigos.
Sería la hora de la siesta cuando se dio aviso de la torre de Santa Bárbara, cómo un moro desde el ataque del Río había estado diciendo: Cristianillo bar Dios que irnos, que ya acabar bombas. Ya moro joropo. Melilla estar forte, e tu alcarran. Esta noticia ha causado tanto alborozo que todos se están dando enhorabuenas.
En todo este día no han tirado sino tal cual cañonazo, pero el fuego de nuestras baterías no ha cesado un instante, para que vean que tenemos de sobre municiones. Y no esto una jactancia vana, pues si algunos escritores de barullo, críticos de capricho, vieran como están estas calles y plazuelas llenas de pilas de balas, que no hay rincón donde no haya hasta de los cinco calibres y rodando en vez de piedras por toda la población, de seguro que romperían la pluma y tendrían que confesar, mal su grado, el poder de nuestra nación. Es digno también de admirarse el espectáculo que ofrecen las cureñas, afustes, fraguas de campaña y artillería por montar que tenemos sobrante, así como las cabrias y máquinas que inventa este Comandante de Artillería para subir por la muralla con más facilidad los efectos, sin riesgo de que se inutilicen los soldados, siendo además mucho menor el costo de las faenas que cuando se hacían por aquella lóbrega y pendiente cuesta de la cueva del Socorro. Débese también a la industria y talento de este distinguido oficial el que esté la Maestranza en un continuo trabajo, ocupados todos sus obreros en cosas útiles y las baterías reforzadas con los cañones montados que requiere un sitio como el que sufrimos.
Y para que se vea palpablemente el adelanto de la artillería y, por consiguiente, la resistencia que tiene en el día la Plaza, comparada con la que tenía antes del sitio y en sus principios, según puse de manifiesto en uno de mis estados anteriores, daré otro de la que hay montada en la actualidad, sin la que está de repuesto.
Ha llegado esta tarde al campo fronterizo gran número de camellos, pero con el polvo que levantaban al marchar no se ha podido distinguir si venían cargados o no.
CAVALLERO.- Diario…
No se notó novedad en el campo enemigo y solo continuó el fuego con 16 bombas y 10 tiros de cañón, a que se les correspondió por nuestra parte regularmente, adelantando los trabajos según costumbre.
MIRANDA.- Diario… (14 y 15)
Por la tarde del segundo hemos visto entrar un gran número de camellos (más de 500 desde luego) que por el mucho polvo que hacía no se pudo distinguir el género de carga que traían; sin más novedad.
(Hubo dos heridos, según Loaiza)
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