El extracto del conjunto de los diarios del sitio de Melilla acaecido entre el 9 de diciembre de 1774 y el 19 de marzo de 1775, son probablemente suficientes para tener una visión bastante completa de los hechos acaecidos en el período más intenso y dramático de los vividos por Melilla en su historia secular.
vista de la Plaza de Melilla en 1774
ANONIMO
Diario de las operaciones de la Plaza de Melilla, en el sitio que la puso el Emperador de Marruecos en 9 de diciembre de 1774
FRANCISCO DE MIRANDA
Capitán del Regimiento de Infantería de la Princesa.
Diario del ataque y defensa de la Plaza de Melilla contra el Ejército del Emperador de Marruecos mandado por su misma persona el día 9 de diciembre de 1774
MIGUEL FERNANDEZ DE LOAIZA
Cirujano de Málaga.
Sitio puesto a Melilla por el Emperador de Marruecos en 1774.- Diario del sitio.
JUAN CAVALLERO
Ingeniero Director.
Diario del sitio de esta Plaza desde el 9 de diciembre de 1774 hasta el 19 de marzo de 1775, hecho por el Ingeniero don Juan Cavallero.
Para más información ver EL PERIÓDICO MELILLENSE. “La cuestión de los diarios del Sitio de Melilla”
Diciembre
Día 9
ANONIMO.- Diario del sitio de Melilla.
A la una menos cuarto de la noche de este día, llegó un moro confidente con la noticia de que este día se avistaría el ejército, como así se verificó a las 12 del día, acampando al mayor alcance del cañón o de 1.800 toesas, el Emperador con 200 tiendas de campaña, inmediato a la Albufera, sin haber más novedad que haberse disparado por la mañana y tarde desde la plaza algunos tiros de cañón a la Vega y hacia el campamento.
Este mismo moro expresó que el día antecedente había llegado al campo un moro de respeto que se adelantó del ejército, el que fue muerto de un cañonazo de la plaza, que le separó un muslo y le mató un caballo.
Este propio día se observó que los moros y las moras de este campo, antes de descubrirse el ejército, bajaron en crecido número a la vega y arrancaron los nabos y cuanto tenían sembrado, y por la tarde, a excepción de unos pocos que se vieron ir hacia las tiendas, todos los demás desaparecieron de los ataques.
LOAIZA.- Diario…
(El cirujano Loaiza llegó a Melilla el 30-12-1774)
Sobre las 4 de la mañana serían cuando llegó el confidente de paga con la noticia de que al día anterior había llegado al campo un moro grave con la comisión de reconocer las inmediaciones de los fuertes, para la segura colocación del ejército marroquí. Añadió que en este día entraría mandado por la misma imperial persona. Dijo también que estando dicho comisionado practicando su reconocimiento, una bala de cañón de la Plaza le mató el caballo, muriendo él a las pocas horas. Conocióse ser cierta esta noticia porque poco después de amanecer se dejaron venir los de Frajana y arrancaron los sembrados de la vega, huyendo de estos parajes con visibles muestras del disgusto que les causaba la venida del ejército, tanto por el destrozo y gravámenes que se les seguiría, como por no agradar a sus espíritus independientes estar bajo el yugo de nadie.
A las 12 de este día empezaron a entrar grandes trozos de caballería por el camino que está más allá de la casa del Renegado, y tal sinnúmero de Infantería, que no pudo bien distinguirse su formación.
Sucesivamente no pararon de entrar de día y de noche, este, el siguiente día y aún el tercero, repartiéndose por distintos parajes en tanto número que reputaban estos naturales sería ejército como de 80.000 moros.
Desde la Plaza, en señal de bienvenida, los recibían con repetidas salvas de flautas de Vizcaya, enviándoles para refresco albóndigas de hierro colado. Pero ellos, con las debidas precauciones, anduvieron oficiosos en acomodar sus tiendas, acampándose a la inglesa formando círculo, tomando el campamento del Emperador el centro de los más cercanos a las faldas de la montaña.
CABALLERO.- Diario…
Dicho día, a la una de la madrugada, llegó un confidente moro a la plaza avisando que en breves horas se avistaría desde ella desde ella el ejército de su emperador, y en efecto, a las 12 del día se verificó, acampando dicho emperador con unas 200 tiendas a distancia de 4.700 toesas aproximadamente de la plaza, la cual le hizo fuego con algunos tiros de cañón que le mataron un moro grave de los destinados al reconocimiento.
Este mismo día se vio que los moros establecidos en el campo antes de descubrirse el ejército, bajaron a la vega y arrancaron sus mieses y hortalizas desapareciendo después algunos de ellos e incorporándose a dicho ejército los restantes.
MIRANDA.- Diario...
(Miranda desembarcó el 30-12-1794)
A la una menos cuarto de la madrugada llegó un moro confidente – se llama Amar, y ha estado mucho tiempo prisionero en la Plaza – con la noticia de que este día se avistaría el Ejército del Emperador mandado por él mismo, como así se verificó a las 12 del día (1), formando su campamento en dos divisiones, frente de la Plaza y fuera de tiro de cañón, cuya derecha cubría el Emperador y la izquierda un infante. Las baterías nuestras hicieron algún fuego hacia el campamento y tropas enemigas que se acercaban.
El mismo confidente expresó que el día anterior había llegado al campo un moro, sujeto de capacidad y respeto, que se adelantó al Ejército con cierta comisión y fue muerto de un cañonazo de la Plaza que le separó un muslo y mató el caballo.
Se observó este mismo día que los moros habitantes de este campo , antes de descubrirse el ejército, bajaron en crecido número mujeres y hombres a sus sembrados y arrancaron cuanto tenían plantado en ello, y que por la tarde desampararon sus ataques y desaparecieron, a excepción de unos pocos que se vieron ir hacia las tiendas del expresado campamento; prueba del poco gusto con que recibían en su país aquellas tropas que infaliblemente les habían de subyugar, como rebeldes que han sido siempre al Emperador.
Así se verificó a las 12 del día, formando su campamento en dos Divisiones, frente a la Plaza y fuera del tiro de cañón, cuya derecha cubría el Emperador y la izquierda un infante. Las baterías nuestras hicieron algún fuego hacia el campamento y tropas enemigas que se acercaban.
FERNANDEZ DE CASTRO.- El sitio de Melilla…P. 33-33
(1) Tan pronto como se vieron llegar tropas del Emperador de Marruecos, que aparecieron por la margen oriental de la laguna de Mar Chica, el Mariscal de Campo D. Juan Sherlock despachó para Málaga, a bordo de una falúa, al práctico de esta costa D. Juan Trinquini, dando cuenta al Gobernador del grave peligro que amenazaba a Melilla y rogándole enviase correos “a matacaballo” para que tuviese enseguida noticias de ello el Capitán General de la Costa de Granada y el Gobierno. Trinquini cumplió su comisión admirablemente y así el día 12 pudo llegar la primera embarcación de socorro.
ALVEAR.- Memoria…
El día 9, a las 12 de la mañana, empezó a entrar, por el camino en que está la casa del Renegado, un ejército que se reputó la fuerza de 8.000 infantes y 4.000 caballos.
La plaza, desde luego, empezó sus fuegos de cañón…
Día 10
ANONIMO.- Diario...
Este día amaneció puesto otro campamento entre el mencionado y San Lorenzo, a casi igual distancia de la Plaza que el antecedente, de mayor número de tiendas, y una batería de tres morteros, dos de granadas reales y uno de bombas de a 12 pulgadas, con la que nos ha empezado a incomodar, causando algún daño en los edificios, siendo el primero la casa del Gobernador, que padeció el mayor estrago.
Por la tarde pusieron los moros bandera de paz, y recibidos con las precauciones debidas, pidieron una de tres cosas: abandonar la Plaza, capitular, o entregarla, con otras expresiones arrogantes, que fueron respondidas por el Gobernador, que les dijo, por disposición del General: que era fiel vasallo del Rey Católico Cristiano, y que tenía la Plaza jurada, la que defendería hasta perder la última gota de sangre, para lo cual estaba bien provista de municiones de boca y guerra, con la suficiente guarnición, dispuesta a defenderla hasta escarmentar el orgullo sarraceno.
Con este motivo se dieron varias providencias por el General, correspondientes al mejor orden de defensa, asistiendo personalmente a los fuertes y baterías, y el Gobernador, con infatigable celo, despachando pronto aviso de todo, con la falúa de la Plaza, a la ciudad de Málaga.
LOAIZA.-Diario…
Amaneció y se vieron ya cuatro campamentos formados, como digo, a la inglesa. El uno frente a los fuertes exteriores, sobre el sitio llamado de la Puntilla, y los otros tres a las faldas del Caramús, distinguiéndose el del Emperador por una hermosa y rica tienda con remates y franjas de oro, y otras cuantas piezas al lado, que se conocían ser la cocina, el tesoro, la regalada de los caballos, etc.
Descubrióse asimismo con la luz del día que tenían levantada una trinchera en San Lorenzo, con batería de morteros del calibre de a 12 y 9 pulgadas. A las 9 de la mañana empezaron con ella a bombardearnos, y arrojaron hasta 16 no más; pero bastantes para derribar la casa del gobernador y otras muchas.
(Hubo 16 bombas y 8 balas rasas, según el propio Loaiza apunta en el resumen que incluye al final del diario)
En la tarde de este día pusieron bandera de paz, presentándose en la vega algunos escuadrones de caballería y mucha infantería, y habiéndoseles correspondido con otra bandera blanca que se izó en la torre de Santa Bárbara, se dejaron venir a nuestro rastrillo de Santa Bárbara el alcalde de este campo, llamado Amar, con dos bajáes del ejército y cuatro peones. Hecho que hubieron el debido acatamiento al caballero comandante general, señor gobernador y otros distinguidos sujetos que estaban en el palenque con el intérprete, y con las debidas precauciones y defensas correspondientes, teniendo tomadas todas las troneras de las cercas las compañías de granaderos, Princesa y Zamora, y la Plaza entera sobre las armas, con la artillería a metralla, etc., dieron principio con expresiones muy arrogantes al razonamiento siguiente: sabed de parte de mi soberano, que viene personalmente mandando este numeroso ejército hasta tomar esta plaza, por cuanto está en su territorio y Dios se la dio: debéis, pues, abandonarla, retirándose a España toda la guarnición, para lo cual os dará lugar a ello, o tratad de capitular, porque de lo contrario será tanta su indignación, que pasará por las armas a todos los que la habitan.
El caballero gobernador, tomando la correspondiente venia del señor comandante general, les respondió: Decid al Emperador que los habitantes de la Plaza son fieles vasallos de nuestro católico monarca, y que todos están dispuestos con el mayor valor a defenderla, hasta derramar la última gota de sangre. Yo tengo jurado a S. M. no entregarla jamás, aunque tenga que enterrarme entre sus ruinas. Tropa tiene bastante. Víveres de boca y guerra, sobrados para muchos años; con que retiraos prontamente.
Acto seguido el señor comandante general dictó varias providencias para la defensa, y para el mejor acierto asistía personalmente de día y noche con el mayor celo y vigilancia a las baterías y a los trabajos.
Dio pronto aviso al caballero capitán general de la ciudad de Málaga para que enviase socorro de tropa por existir solo en aquella ocasión 700 soldados e igual número de desterrados así como para que enviase refuerzo de artillería y municiones, pues de todo había sobrada escasez; saliendo para evacuar esta diligencia la falúa de la Plaza, y con el pliego D. Juan Trinquin, subteniente del Fijo, agregado a la marina.
CABALLERO.- Diario…
Amaneció situado otro campamento de mayor número de tiendas que el antecedente y a su inmediación, a igual distancia de la plaza, con una batería de 3 morteros, uno de ellos de bombas de 12 pulgadas y los otros dos de granadas reales, con los que empezaron a hacer fuego a las 10 del día lo continuaron hasta arrojar 16 bombas que hicieron algún daño a la población, siendo el primer edificio que lo recibió la casa del Gobernador.
También amaneció puesta otra batería con 3 cañones del calibre de a 6 reforzados que nos dispararon 8 tiros.
Por la tarde pusieron bandera de paz y, recibidos en la Plaza con las precauciones debidas, pidieron que nos conviniéramos a tres cosas, a saber: Abandonar la plaza, capitular y entregarla, con otras expresiones arrogantes, a las que respondió este Gobernador, con acuerdo del General D. Juan Sherlock, diciéndoles ser fiel vasallo del rey Católico cristiano, y pues tiene jurada esta plaza la defenderá hasta perder la última gota de sangre, para lo cual está provista de todo lo correspondiente, y a ejecutarlo hasta escarmentar el orgullo sarraceno.
Con este motivo se dieron varias providencias para la defensa, dispuestas por el General y Gobernador, quienes asistieron para asegurarse de la ejecución con el correspondiente celo, y despacharon pronto aviso a España.
MIRANDA.- Diario…
Este día amaneció formado otro campamento de mayor número de tiendas que los dos antecedentes, entre estos y una altura o ataque dominante a la Plaza que llaman San Lorenzo, e igualmente distante que los otros de nuestras baterías como cosa de 2.040 toesas, y una batería de morteros de calibre 9 y 12 pulgadas con los que han comenzado a bombear la Plaza arruinando sus edificios y siendo el primero la casa del Gobernador (2), que la segunda de las bombas que arrojaron casi echó por tierra. El manejo de su artillería es bastante regular y con muy buena dirección.
Por la tarde pusieron bandera de paz y recibidos con las precauciones debidas. Pareció un baxá –este empleo corresponde al nuestro de oficiales generales– seguido de una comitiva de hasta 500 caballos muy bien aderezados y compuestos, pidiendo a nombre de su soberano una de tres cosas: abandonar las plaza y retirarse la guarnición a España; capitular, o entregarla a discreción (para lo cual se concedía el tiempo necesario), pues aquel territorio era del Emperador su amo; con otras expresiones arrogantes, que fueron bien contestadas por el Gobernador, quien le dijo por disposición del general –el Mariscal de Campo don Juan Sherlock, quien se halla de Comandante General de la plaza-, que era fiel vasallo y tenía la Plaza jurada, la que defendería hasta derramar la última gota de sangre, y para ello estaba bien provista de municiones de boca y guerra, y con suficiente guarnición dispuesta a defenderla con el mayor valor hasta escarmentar su orgullo.
Con este motivo se dieron varias providencias por nuestro General concernientes al mejor orden de defensa, asistiendo personalmente a los fuertes y baterías con el mayor celo, y despachando pronto aviso de todo con una falúa de la Plaza a la ciudad de Málaga, pidiendo un pronto socorro de tropas, pues solo llegaba la guarnición que tenía a 700 soldados e igual número de desterrados, como asimismo de artillería, municiones, útiles, etc., que de todo se había suma escasez.
La guarnición se mantuvo con la mayor vigilancia sobre las armas, ocupando sus respectivos puestos, sin que se hubiese notado otra novedad en el campo enemigo.
FERNANDEZ DE CASTRO.- El sitio de Melilla…P. 34
(2) Era Gobernador de la Plaza, desde 1772, el coronel D. José Carrión y Andrade, que por los méritos contraídos durante el sitio, fue ascendido por Carlos III al empleo de brigadier de los Reales Ejércitos, continuando al frente del Gobierno de esta ciudad hasta mediados del año 1777.
Día 11
ANÓNIMO.- Diario…
Este día amanecieron dos campamentos, uno compuesto de tres círculos en las faldas del Caramú, a poniente de esta Plaza y a 2.000 toesas de distancia, y otro de dos círculos igualmente distante al pie de las faldas del cerro de las Horcas, contiguos al Cabezo de Rostrogordo, que baña el mar, y más cuatro baterías con 8 morteros, que colocaron en Tarara, San Lorenzo, Santiago y la Puntilla, con los que nos incomodaron arruinando algunos edificios, sin otra desgracia que la de un desterrado que mató una bomba en los cuarteles y otros dos heridos de corta consideración. Por nuestra parte han estado este día sin cesar las baterías con visible perjuicio de los enemigos, adelantándose nuestros trabajos con oportunidad, habiéndose puesto los fuertes exteriores con el mejor orden, que se debe a la infatigable celo del Mariscal y Gobernador, quienes han habilitado varios oficiales de Infantería para servir la Artillería con otras providencias conducentes a subsanar el corto número de artilleros, y falta de gente que en todos ramos se experimentan, supliéndose al mismo tiempo unos útiles por otros por la general escasez que hay de todos. En este día cayó una bomba en el Almacén del vino y se inutilizaron bastantes botas, corriendo el licor hasta el mar, no obstante que se acudió a remediar el daño.
ESTRACTO DE LAS PRINCIPALES OPERACIONES DEL SITIO DE MELILLA EN EL AÑO DE 1775; CON NOTICIAS DE SUS FUERZAS
En los días 9, 10 y 11 de diciembre de 1774, acamparon las varias divisiones del ejército del Rey de Marruecos; la posición que tuvieron fue colocarse el ala derecha cerca de la Laguna, formando tres círculos, que de ellos el uno estaba el Rey; los del centro en tres círculos que era la del Príncipe, con el Parque a su frente; los otros dos campamentos también en formación circular, que era la división de uno de los Infantes, compuesta de tres círculos inclusos los de la Puntilla, que eran más aunque de difícil conocimiento, y sierre de la mayor fuerza, por incorporar en él un cuerpo de Caballería de negros y los minadores que eran en gran número, de forma que todos los dichos campamentos circunvalaban de mar a mar, a distancia de la Plaza de 1.700 a 2.000 toesas.
LOAIZA.- Diario…
Este día fue de mucha confusión por el incesante fuego de una y otra parte, y grandes ruinas que se experimentaban en los edificios.
(Hubo 93 bombas y 10 balas rasas)
Determinó el clero reservar al Santísimo Sacramento, insignias y vasos sagrados, depositándolos en una reducida cueva y enterrando las campanas, que se reducen al número de tres.
Amanecieron puestas esta día cuatro baterías en el campo enemigo: una de cañones en la playa; otra de cañones y morteros en Santiago, y dos de morteros solamente , una en Tarara y otra en la Puntilla, de suerte que con la que dijimos que había en San Lorenzo, se contaban ya en fuego 18 morteros y 12 cañones.
Poníanse nuestros fuertes exteriores de un instante a otro en la mejor disposición y orden que se podía, a causa de estar la fortificación de estos construida con muy poca conformidad.
Se destinaban varios oficiales veteranos para servir la artillería, con otras providencias conducentes a suplir la falta de artilleros y de otros ramos.
Se procuraba en la posible adelantar nuestros trabajos con utilidad, y se experimentó este día palpable perjuicio en el ejército contrario.
CABALLERO.- Diario…
Amanecieron puestas otras 4 baterías de a 2 morteros cada una en los puestos de Tarara, San Lorenzo, Santiago y la Puntilla con las que nos arrojaron 100 y tantas bombas, continuando la ruina de edificios, y uno de ellos fue el Almacén de vino donde hubo mucho desperdicio por haberse inutilizado y vaciado algunas botas, y además tiraron 10 tiros de cañón.
Desde la plaza se les hizo un fuego de cañón y mortero bastante vivo todo el día, con visible perjuicio de los enemigos, y se adelantaron los trabajos oportunamente en los fuertes exteriores, que se dispusieron del mejor modo posible bajo la dirección, celo y esmero del Ingeniero ordinario D. Antonio Ladrón, que estaba mandando los individuos de su Cuerpo.
MIRANDA.- Diario…
En este amanecieron puestas cuatro baterías por el enemigo, con 18 piezas de mortero que colocaron en Tarara, San Lorenzo, Santiago y la Puntilla –estos puestos son todos dominantes alrededor de la Plaza, que fueron nuestros antiguamente, de donde conservan aún estos nombres y fuimos perdiendo sucesivamente– con las que han hecho un fuego bastante regular y vivo, arruinando muchos edificios pero sin causar mayor daño a la guarnición, sin embargo de hallarse toda expuesta al fuego y estrago de las bombas, por no haber un cuartel siquiera construido a prueba.
Por nuestra parte han jugado sin cesar las baterías, con sensible perjuicio del enemigo, adelantándose nuestros trabajos con oportunidad, y habiéndose puesto los fuertes exteriores en el mejor orden posible, pues toda la fortificación está construida con muy poca conformidad al sistema general y moderno de toda la Europa.
Se han destinado al mismo tiempo varios oficiales de Infantería para servir a la Artillería -sacados todos del Regimiento de la Princesa, cuya juventud se distingue en el desempeño de los diferentes ramos y facultades a que se ha destinado– con otras providencias conducentes a subsanar el corto número de artilleros y falta de gente que en todos ramos se experimenta, supliendo así mismo la falta de unos útiles que con otros por la general escasez que hay de todos.
Día 12
ANÓNIMO.- Diario…
Se observó en los campamentos, con general admiración de la Plaza, un fuego activo de fusilería, que duró desde media noche hasta el amanecer, creyendo todos que había habido entre los moros algún motivo de discordia que causase semejante novedad, pero luego nos desengañó un moro de los confidentes de paga que llegó esta madrugada, asegurándonos que había sido la máxima del alcaide Amar y del general del ejército para aterrarnos y darnos a conocer el gran poder que tenía, pero que no desmayáramos, que era grande la mortandad que les causaban nuestras bombas y cañonazos, y que no había creído que la Plaza tuviese tantos fuegos ni estuviese tan provista, pues el alcalde Amar y Sidi Botey les habían persuadido que la Plaza se rendiría luego que experimentasen el estrago de las bombas.
No se puede hacer cómputo prudencial de la fuerza del ejército sitiador, por la irregularidad del terreno, ocultándose en los valles la mayor parte de sus campamentos, pero se contempla sean de unos 6.000 hombres.
En este día dispararon las cuatro baterías de morteros con algún acierto a nuestros edificios, y otra de tres cañones, que amaneció puesta, del calibre de a 6, reforzados, sin haber causado más desgracias que la de un desterrado, y por nuestra parte se hizo un fuego vivo e incesante a sus baterías, experimentándose alguna debilidad en las del enemigo que se cree se habrá originado de alguna mortandad que habían experimentado.
Esta tarde llegó una embarcación de Almería con cal, ladrillo y alguno útiles, quedándonos con los últimos y devolviendo a Málaga los primeros por no haber tiempo ni lugar donde ponerlos, ni gente para su descarga, siendo el primer objeto el de enviar a las mujeres y niños, cuyos clamores nos incomodan tanto como el sitio.
LOAIZA.- Diario…
Aparecieron levantados en la mañana de este día los siete campamentos marroquíes, que no volvieron a plegarse hasta la conclusión del sitio; después se dijo que habían algunos otros en cañadas y sitios ocultos, por afirmarlo el confidente.
Se notó muy de madrugada un activo y continuo fuego de fusilería en la línea enemiga, fuera del alcance de nuestros cañones, lo que dio motivo a sospechar si se habría trabado alguna refriega entre los sitiadores; pero salimos de duda con la venida del confidente. Dijo este ser una estratagema del alcaide Amar y del general del ejército, para dar a entender a la Plaza el grande poder que traían; pero que no tuviésemos cuidado, porque estaban los moros aterrados de ver la gran defensa y pertrechos de guerra que tenía la Plaza. Que el Emperador estaba informado muy al contrario, pues Sidi Botey, que es uno de los grandes de su corte, y que también estaba en el campo, le había dicho que a las pocas bombas se rendiría la Plaza, porque a él le constaba que no estaba en estado de defensa; por último, aseguró el confidente que este magnate era quien había impelido a su soberano a la realización de esta empresa, pero que se iba desengañando en vista de la gran mortandad que entre sus huestes notaba.
(Hubo 168 bombas y 26 balas rasas, según Loaiza)
Llegó a esta bahía un navío francés que venía de Almería cargado para la plaza, y no pudiéndose desembarcar todo el cargo por la mucha mar que había, solo se recibió con mucho trabajo lo más útil, volviéndose lo demás a Málaga con las mujeres y niños, cuyos clamores y súplicas llenaban el corazón de pena.
CABALLERO.- Diario…
Desde las 12 de la madrugada hasta el amanecer se observó en el campo enemigo un fuego activo de fusilería que discurrimos lo causaría alguna sublevación entre los mismos moros, pero al amanecer llegó a la plaza un confidente y nos dijo había sido la máxima para aterrarnos, dándonos a conocer por este medio su gran poder, no obstante la mortandad de ellos causada por nuestros fuegos, de la que estaban admirados pues creían sería mucho menor nuestra resistencia respecto de que el Alcayde Amar y Sid Botey habían persuadido al Emperador de que la plaza se rendiría conforme empezara a experimentar el estrago de sus bombas.
En este día se advirtió mayor acierto que en los antecedentes en la dirección de 78 bombas y 26 morteros, digo, tiros de cañón que nos tiraron, habiéndoles hecho también desde la plaza un fuego vivo contra sus baterías que parece les causó alguna ruina y pérdida de gente.
Por la tarde llegó una embarcación de Almería con cal, ladrillos y algunos útiles, pero solo recibimos los últimos y no hubo modo de descargar el material, que se volvió a Málaga llevando parte de las mujeres y niños de este vecindario.
MIRANDA.- Diario…
Se ha observado, con general admiración de la Plaza, un fuego activo y continuo de fusilería en el campamento enemigo, que duró desde media noche hasta el amanecer, creyendo toda la guarnición (que con esta novedad se puso inmediatamente sobre las armas), hubiese habido entre los moros algún motivo de discordia que causase semejante novedad. Pero luego nos desengañó uno de los confidentes de paga que llegó esta madrugada, que aquello había sido únicamente estratagema del alcalde Amar y del general del ejército para aterrorizarnos y dar a conocer el gran poder que tenían, pero que nada recelásemos porque era grande el estrago que nuestra artillería y bombas les causaba, y los moros estaban ya disgustados, no persuadiéndose que la Plaza tuviese tantos fuegos ni encontrarla en estado de una tan vigorosa defensa , pues dicho alcalde Amar y Sidi Bottey, uno de los principales generales de su ejército, les habían persuadido que esta se rendiría sin duda luego que su guarnición comenzase a experimentar el terrible estrago de las bombas.
Las cuatro expresadas baterías de morteros han jugado con bastante acierto sobre la Plaza y sus edificios (3), como asimismo otra de tres cañones de a 6 reforzados que amaneció puesta en Santiago, bien que sin perjuicio mayor de la guarnición, cuyo corto número de tropas se mantiene casi siempre sobre los parapetos y en los fuertes exteriores, donde está menos expuesta que en sus mismos cuarteles. Por nuestra parte se hizo un fuego vivo e incesante contra sus baterías, y se notó alguna debilidad en las del enemigo, que se atribuye al estrago y mortandad tal vez causada por nuestro fuego.
A la tarde llegó de Almería una embarcación francesa cargada de ladrillo, cal y algunos útiles, quedándonos con los últimos y devolviendo a Málaga los primeros por no haber tiempo ni gente para su desembarco, siendo el primer objeto el de hacer embarcar en el propio bastimento las mujeres y niños a España, cuyos clamores nos incomodaban más aún que los propios enemigos, pero no fue posible la ejecución por lo fuerte del temporal que corría y mala situación en que está nuestro embarcadero.
FERNANDEZ DE CASTRO.- El sitio de Melilla…
(3) En este día murieron, a consecuencia del bombardeo enemigo, Pedro de Madrigal, del Regimiento de Voluntarios de Cataluña, y Juan Alonso, desterrado de la compañía del capitán D. Antonio Manso.
(Según Loaiza, en el resumen general que incluye al final del diario, solo hubo un muerto, al que llama Francisco López, desterrado de Granada, y 4 heridos)
Día 13
ANONIMO.- Diario…
En este día se observó en el campo una inacción grande, pues se mantuvieron sin tirar todo él.
(Loaiza afirma que el enemigo lanzó 84 bombas y 21 balas rasas)
Por la tarde entraron en el Parque de los enemigos 48 mulas cargadas, al parecer, de bombas y granadas, respecto de que al anochecer trajeron a las baterías algún repuesto con el que nos incomodaron por la noche.
También amaneció puesta en la Plaza una trinchera para cuatro cañones y se observó que el campo enemigo conservaba una extraña quietud en las tiendas, por lo cual dispuso el Gobernador que con unas lanchas se reconociese desde el mar si se habían retirado a la rambla, a donde nada se vio digno de consideración.
Por nuestra parte se han continuado con viveza los trabajos y se han adelantado algunas baterías que disparan con acierto a los enemigos sin que falte la menor disposición conducente a la defensa que no la prevenga el infatigable celo del General que asiste a todo, a que contribuye igualmente el Gobernador.
LOAIZA.- Diario…
Transcurrió sin disparar un tiro, observándose en el campo enemigo tal inacción que puso a estos señores jefes en algún cuidado. Dispusieron, pues, que saliese una lancha a reconocer los alrededores, por si intentaban los moros alguna sorpresa o se hubiesen retirado a lo interior.
No advirtieron novedad alguna y solo vieron descender de las sierras de Caramús 50 o más camellos cargados, al parecer, de bombas y granadas reales. Sin duda que aguardaban aquel repuesto para hostilizarnos, pues tan luego como llegaron a los Reales, que fue al anochecer, rompieron el fuego, que no cesó en toda la noche. Hubiérase podido decirles que habían hecho muy mal en gastar la pólvora en salvas, cuando tanto la necesitaban para no quedar deslucidos en las horas de combate.
Se conoció esta noche, por algunas balas que entraron en el fuerte de San Miguel y en la Plaza, que la batería de cañones que tenían en Santiago era del calibre de a 6 reforzados.
En el torreón de la Concepción y otros sitios de nuestras murallas se aparentaban baterías hechas de cestones, botas llenas de tierra, faginas, etc, y a toda prisa se estaban estas adelantando para ventajosas baterías.
CAVALLERO.- Diario…
Amaneció puesta en la playa una batería de 4 cañones también de a 6 reforzados y se observó el campo en inacción hasta la tarde en que entraron en su parque 48 mulas cargadas, y a la noche empezaron su fuego arrojándonos más de 60 bombas y un cañonazo.
De la plaza se les continuó el fuego de cañón y mortero, como el adelantamiento de trabajos para la mejor disposición de nuevas defensas.
MIRANDA.- Diario…
En este se observó en todo el campo enemigo una inacción grande, pues se mantuvieron sin disparar un tiro en todo él.
Día 14
ANONIMO.- Diario…
En este día continuaron el uso de los morteros, de granadas (reales) sin la menor desgracia. Y por nosotros se les hizo un fuego activo, adelantando los trabajos y baterías, que se han perfeccionado en la mejor disposición, y por la noche nos incomodaron bastante disparándonos más de 90 granadas reales y bombas, y se observó que cortaban fajinas en varias partes del campo.
Al anochecer llegó un confidente y dijo que el emperador estaba muy indignado contra Sidi Botey, que la había engañado asegurándole que se rendiría la Plaza apenas fuese bombeada, por lo que le hizo cortar las manos y la cabeza. Que también había mandado cortar la mano al que disparó las primeras bombas por el poco acierto que tuvo.
Que al infante Muley Hassi (Muley Liazid) había dicho que no vendría el ejército a donde se pasaba mucha hambre, pues una gallina se daba para 8 hombres de ración y valía 8 blanquillos, que equivale a más de 5 reales; un pan, 4 blanquillos; cebada ni demás géneros no se encontraban; que no darían avance a la Plaza pues sabían que toda estaba minada, y que solo harían la tentativa de poner antes de marchar algunos judíos encima del ataque de la Puntilla para que los volasen nuestros hornillos, que supone (y bien) están ya cargados. Y últimamente dijo que el ejército podría durar poco.
LOAIZA.- Diario…
Llegó un confidente llamado Amar y dijo que el Emperador, indignado contra Sidi Botey porque le había engañado, asegurándole que la Plaza se rendiría a las pocas horas, o a las primeras bombas, cuando no solo no se rendía sino que miraba todos los edificios intactos, le mandó cortar las manos, los pies y la cabeza, y que lo mismo hizo con el que disparaba la artillería, atribuyéndole poco conocimiento. No sabía él bien lo que pasaba en la Plaza, que estaba casi convertida en ruinas, porque como se conservaban algunas fachadas sin la mayor lesión, parecía desde lejos que no había sufrido deterioro la población.
Dijo también que el infante Muley Hassi, otro hijo negro que tiene el Emperador, con gran fama de guerrero, había enviado a decir a su padre que no quería venir con el ejército que mandaba a un sitio donde sabía que estaban muriéndose de hambre. Y tenían razón en ello, pues daban una gallina de ración para ocho hombres y un pedazo de pan de cebada, sin tener otra cosa que comer, viéndose precisados a andar buscando hierbas y raíces como los borricos, y los infantes y generales a guardar de un día para otro lo que les sobraba.
También añadió que no estaba el Emperador en dar el asalto, porque tenía noticia que el campo y la Plaza estaban minados y prevenidos de hornillos, y que si lo intentaba sería porque pereciesen algunos judíos y vasallos rebeldes.
(Según Loaiza hubo 62 bombas y 1 bala rasa)
CABALLERO.- Diario…
Continuaron sus fuegos hasta tirarnos 114 bombas y 21 cañonazos, y de la plaza se les correspondió con un fuego bastante continuado adelantando al mismo tiempo los trabajos y reparaciones de baterías.
Este día se observó que cortaban faginas en varias partes del campo y al anochecer llegó un confidente y dijo que el Emperador estaba muy indignado por el engaño de Sidi Botey que le aseguró (como queda dicho) la fácil conquista de esta plaza , por lo cual le había hecho cortar la cabeza y manos, y también la mano derecha al que disparó las primeras bombas por su poco acierto, y que no darían avance a la plaza por saber que estaba minada e inferir estarían cargados sus hornillos, pero que antes de marchar haría la tentativa de poner algunos judíos encima del ataque de la Puntilla para que los volásemos, añadiendo que esta disposición podría detenerse poco.
MIRANDA.- Diario…
Hoy han continuado los enemigos el fuego de sus baterías de mortero con la mayor actividad, y por las nuestras se correspondió igualmente, adelantándose al mismo tiempo los trabajos y obras proyectadas, que se van perfeccionando en la mejor disposición, sin embargo de que por la noche nos incomodan terriblemente las muchas bombas que arrojan sobre la Plaza y fuertes exteriores.
Se notó que cortaban los enemigos un gran número de fajinas en varias partes del campo.
Al anochecer llegó un confidente que dijo que el Emperador estaba muy indignado contra Sidi Botey, que le había engañado asegurándole que la Plaza se rendiría apenas fuese bombeada, por cuya razón le hizo cortar las manos y la cabeza; que también había mandado cortar las manos al que disparó las primeras bombas por el poco acierto que tuvo (4) -Cotéjese esta noticia con la de haber, a la segunda bomba que arrojaron, echado por tierra la casa del Gobernador, y así sucesivamente los demás edificios de la ciudad-.
Que el infante Muley Hassi -un hijo que tiene el Emperador de una renegada inglesa, con gran fama de guerrero- había dicho que no vendría al ejército y campamento del emperador a donde se padecía mucha hambre y escasez, pues una gallina se daba por ración para 8 hombres y valía 8 blanquillos (que equivalen a más de 5 reales de vellón de nuestra moneda), un pan cuatro… cebada y demás géneros no se encontraban.
Que no darían avance a la Plaza pues sabían que estaba toda minada, y solo haría la tentativa de avanzar sobre la Puntilla hacia la Victoria con el objeto únicamente de hacer perecer algunos judíos y vasallos rebeldes.
Y últimamente que el ejército podría permanecer muy poco tiempo – Estas noticias no se han confirmado por la mayor parte, como se verá en la sucesivo.
FERNANDEZ DE CASTRO.- El sitio de Melilla…P. 39
(4) Este mismo día recibió las aguas bautismales de D. Francisco Turrillo, cura de la iglesia, en la capilla habilitada en la cueva del Conventico, la niña Rosa Josefa Lucía, hija de Tomás Fernández y Josefa de Lara, que había nacido entre las 10 y las 11 de la noche del día anterior.
MORALES.- Efemérides…
Juan Alonso murió de casco de bomba.
(4 heridos, según Loaiza)
Día 15
ANONIMO.- Diario…
Este día amaneció puesta una batería de 4 cañones en la Puntilla, con el fin de batir el fuerte del Rosario, pero nada adelantó en todo él.
Y por nuestra parte se hizo contra ella un fuego vivo, reforzando las paredes de dicho fuerte, con otras providencias conducentes a deshacer sus ideas. También dispararon muchas bombas con ruina de muchos edificios, sin otra desgracia que la muerte de un desterrado.
Y se continuaron nuestros trabajos adelantando las baterías con acierto, siendo infatigable el celo y esmero con que dicho Mariscal y Gobernador y unidos acuden a todas faenas.
LOAYZA.- Diario…
Al amanecer se vio hecha una trinchera en la Puntilla, y en ella una batería de cuatro cañones en ademán de batir el fuerte del Rosario, y aunque han hecho cuanto han pedido, aunque el bombardeo ha sido terrible, incomodando bastante a la tropa e impidiendo el desembarco y los trabajos, no hemos tenido que deplorar muchas desgracias.
(80 bombas y 49 balas rasas)
Se continúan los trabajos con actividad y la guarnición incansable en medio de tanta fatiga, viendo el celo y asiduidad con que se portan y trabajan de día y noche los caballeros Comandante General y Gobernador.
CABALLERO.- Diario…
Amaneció puesta en la Puntilla otra batería de 4 cañones de a 6, destinados a batir el fuerte del Rosario, con la cual y las anteriores nos tiraron 50 tiros y al mismo tiempo 90 bombas.
De la Plaza se les hizo un fuego regular todo el día y se atendió a reforzar los muros o paredes de dicho fuerte, al paso que se trabajaba con otras providencias conducentes a frustrar su designio.
MIRANDA.- Diario…
Este amaneció puesta una trinchera y batería de cuatro cañones en la Puntilla, con objeto de batir el frente del fuerte del Rosario que mira hacia aquella parte, pero nada han adelantado aún.
Por nuestra parte se hizo contra ella un fuego vivísimo, y se reforzaron al mismo tiempo las paredes de dicho fuerte, tomando algunas providencias conducentes a destruir sus ideas. También han arrojado muchas bombas, con ruina de la mayor parte de los edificios de nuestra Plaza, aunque sin desgracias mayores de la guarnición (5).
Se continúan nuestros trabajos con acierto y se nota el celo y actividad con que a ello coadyuvan jefes y demás oficiales de la guarnición.
FERNANDEZ DE CASTRO.- El sitio de Melilla… P. 40
(5) Una de las bombas disparadas desde la Puntilla hizo impacto directo en el desterrado José Valenzuela, de la compañía fija de D. Antonio Manso, destrozándolo por completo, siendo enterrado en la bóveda de las Ánimas de la Santa Iglesia Parroquial.
MORALES.- Efemérides…
José Valenzuela murió de casco de bomba; fue tan pronto que no pudo decir “Jesús”.
(2 heridos, según Loaiza)
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