martes, 21 de agosto de 2012

EL HUNDIMIENTO DEL TORREON DE LAS CABRAS (31-12-1926)


El torreón de las Cabras, uno de los elementos de la fortificación melillense más antiguos, y aparentemente más sólidos,  formo parte de la muralla primitiva, ejecutada en el siglo XVI, y ha mostrado señales de deterioro en diversas épocas, pues ya el ingeniero Cavallero, en un reconocimiento efectuado y descrito en 1773, decía “estar cuarteado en varios parages”. En 1881, Roca, ingeniero militar, efectuó una importante reparación del mismo al presentar muy mal estado de conservación, por efecto del abandono en que se tuvo toda la fortificación durante la mayor parte del siglo XIX.


En marzo de 1917, tras los duros temporales de aquel invierno, se pudo comprobar que el torreón presentaba una gran grieta que, partiendo de la caseta del reflector, bajaba hasta el segundo cuerpo. No puedo asegurar de que si se le dio o no la importancia debida al deterioro observado; es posible que  el reconocimiento facultativo llegara a la conclusión de que no corría peligro la estabilidad uno de los más importantes elementos de la fortificación. En 1923 se construyó un kiosko sobre el torreón y en 1925  fue almenado para darle algo más de altura.

Pero el 31 de diciembre de 1926 ocurrió lo inesperado: el torreón se hundió.

Se dijo, como causa posible, que el lecho sobre el que se asentaba el muro de sostenimiento había cedido, a lo que habría contribuido  algunos movimientos sísmicos ocurridos recientemente y los fuertes temporales del invierno. Causa lejana: la vejez. Causa probable: la grieta mencionada anteriormente. El torreón, dividido en dos grandes mitades, como puede verse en la fotografía, cayó, sepultando dos modestas viviendas que se hallaban en la plazoleta inmediata a su base. En una de ellas vivía el guardamuelles del servicio de Aforos Rafael Galán Puertas, con su mujer y un hijo. En la otra el sargento calafate de la Compañía de Mar Francisco Alba, con mujer y varios hijos, su padre José Alba, antiguo calafate,  y una hermana. En un rincón de la plazoleta se hallaba el almacén del servicio de Transportes de Intendencia, con seis  soldados de servicio. Murieron los soldados Rafael Mendía, de Cazadores de África 17, José Ruiz García, del Regimiento de África, y José Brull, de Intendencia;  José Alba y  su hija Dolores, y Rafael Galán, por hallarse ausentes los demás.

En esta página se muestran tres fotos del suceso.

Foto01. Hundimiento del torreón de las Cabras (31-12-1926).

Foto02. Hundimiento del torreón de las Cabras (31-12-1926).

 Foto03. Hundimiento del torreón de las Cabras (31-12-1926).
Como el resto del torreón amenazara ruina, se terminó de demoler en abril de 1929.


Las consecuencias del desplome las han visto varias generaciones.

En enero de 1967, treinta años más tarde, el Ministerio de Educación y Ciencia aprobaba el proyecto de reconstrucción del torreón de las Cabras, con un presupuesto de cerca del millón de pesetas a realizar y costear por la Dirección General de Bellas Artes.

Como se ha expresado más arriba el torreón reconstruido fue un volumen cilíndrico levantado en 1973, sobre la traza del primitivo, construido de hormigón armado con un revestimiento de mampostería ordinaria de piedra arenisca  aplacada.

Foto01. Levantado del torreón de las Cabras (1973).

 Foto02. Levantado del torreón de las Cabras (1973).
 

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