No creo sea  necesario insistir  sobre la capital importancia que tuvo el  abastecimiento,  almacenamiento y suministro de víveres en Melilla  a lo largo  de su historia. La reiteración de documentos que hacen referencia a  esta parte concreta de su recorrido a lo largo de los siglos pone de  manifiesto la obsesión que para los responsables del  gobierno  de la plaza suponía el que esta línea continua no quedara interrumpida,  bien por la falta de comunicación con la Península, bien por un almacenamiento  o mantenimiento inadecuados.
Dentro de este  proceso, los almacenes de víveres toman un protagonismo excepcional.  La acumulación de elementos necesarios para la vida cotidiana e la  inspección permanente de los mismos para evitar su deterioro, es la  parte menos visible, menos llamativa de los acontecimientos que se desarrollan  dentro de los recintos históricos de la ciudad, pero no es la menos  importante.
No sabemos  cuando se levantaron los almacenes de las Peñuelas que hoy toman protagonismo  en Melilla debido a su acertada recuperación. Gabriel de Morales escribe  en sus Curiosidades…que ya figuraban en el mismo lugar en 1604,  y así parece corroborarlo el plano de la misma fecha (ver Bravo Nieto,  Cartografía Histórica…P. 35)
Según Nicolás  Vázquez (Descripción de esta plaza…1722), que vivió en Melilla  en esta época, el Almacén Real de Víveres, como le denomina,  fue obra del mariscal de Campo Pedro Borrás, ejecutada dentro del tiempo  transcurrido entre el 4 de abril de 1716 y el 11 de julio de 1719, en  que estuvo de gobernador.
Aunque evidentemente  debe haber otros anteriores, el primer documento que he encontrado que  hace mención a la función de los almacenes es uno de 1764 que relaciona  los elementos acumulados:
Relación  detallada de los edificios...1764 
ALMACENES DE PROVISION Y VIVERES
En la Plaza  del Principal, debajo de la del Gobernador, encerrados en un patio,  se hallan los siguientes:
El del  tocino, capaz de 96 botas de a 40.
El de la  harina y menestra, capaz de 2.700 sacos de a 5 arrobas y tres cuartas.
El repuesto  de carne salada, capaz de 144 barriles a 8 arrobas
El de vinagre  y aceite, capaz de 16 botas de aquel, de 22 a 3º arrobas, y   384 arrobas de este género.
Su patio  sirve para custodiar la leña, capaz de 7.000 quintales.
En el mismo  puesto y patio, hay otro de vino capaz de 800 botas o pipas de 22 a  30 arrobas.
Debajo  de la plaza del Gobernador, en una bóveda, hay otro de vino capaz de  52 pipas de 22 a 30 arrobas. 
En el documento  se destaca el hecho de que el vinagre, aceite, vino y leña se almacenan  en el mismo lugar. Con el transcurso del tiempo cambiarían de lugar.
En el mismo  año, Matheo Vodopich, ingeniero de Cartagena destacado a Melilla para  informar  al Gobierno sobre la plaza, los describe sobriamente,  haciendo mención del número de almacenes: 
VODOPICH.-Relación  y descripción...1764.P.8
La Provisión  de Víveres ocupa un edificio que contiene seis almacenes, con los  que, y los dos que están separados de estos, son capaces de los abastecimientos  para 6 meses; en su patio común, 7.000 quintales de leña, a cuyo fin  sirve.
Y nueve años  más tarde, con el mismo fin, y ante las noticias de que Mohammed Ben  Abdallah prepara un asedio de Melilla,  el Ingeniero Juan Cavallero  hace igualmente mención de los mismos:
CAVALLERO.-Reconocimiento  de la plaza...1773.P.4
ALMAHACENES  DE VIVERES 
Se han  reconocido los Almahacenes de víveres y hallado los suficientes  para más de 4 meses de la tropa actual, y en los edificios hay capacidad  para que quepan los necesarios para 5 meses, aunque la guarnición se  aumentase con 300 hombres y más de 100 desterrados. Pero en los géneros  comestibles se ha advertido que solo hay las legumbres de habas y garbanzos,  y que también haya arroz y habichuelas. Se ha hallado igualmente la  falta de vizcocho que puede ser tan útil en un sitio. Los demás géneros  como harina, carne salada, tocino y legumbres son de buena calidad y  se conservan bien. 
Según Gabriel  de Morales, con anterioridad al  año 1773 los almacenes habían  sido reconstruidos. 
A finales de  siglo, el ingeniero de Málaga Segismundo Font, inspecciona la fortificación  de Melilla, incluidos los almacenes: 
FONT.-Relación  de las fortificaciones...1790.P.8
Dentro  del recinto de la Plaza, inmediatos al Principal, se hallan los Almacenes  de Víveres, en seis bóvedas a prueba, dos inferiores y cuatro  superiores, aquellas y tres de estas de 43 varas de largo, la otra de  24, y todas de 6 de ancho, con suficiente altura para entresuelo provisional  de tablas; en ellas caben los víveres necesarios (a excepción del  vino) para seis meses en tiempo de paz, pero en el sitio podrán destinarse  a este fin solamente las dos bóvedas inferiores y una superior, ocupando  las otras tres con tropa, que en dicho parage será conveniente por  estar muy a la mano para cualquier ocurrencia; y los víveres restantes  se colocarán en otros almacenes.
Debajo  de la menor de dichas bóvedas, e igual a ella, hay otra de paso que  podrá servir de cuerpo de guardia, formándole el correspondiente  entresuelo, y precaviéndolas con blindaje por nudos testeros, dejando  el espacio preciso para el tránsito de la gente.
El repuesto  de víveres que hay en la plaza es suficiente para seis meses, al  respecto de 1.600 raciones y 100 de dieta que se consumen diariamente,  según la presente guarnición, y para la que se detalla en tiempo de  sitio deberán completarse hasta el número de 4.500 raciones diarias,  inclusas las de dieta, para los mismos seis meses, o al menos para cuatro  en el supuesto de estar libre la comunicación marítima. 
Sanz Pelayo,  en su obra Los presidios españoles… 1978, menciona la inspección  que el oficial 2º  de la Contaduría de la Provisión de Presidios  y Armada de Málaga hace en Melilla en 1796, con la siguiente  descripción: 
Existían  tres grandes naves para guardar la harina y las legumbres, con una capacidad  de cerca de 5.000 sacos.
Para el  vino la capacidad existente era de 800-900 botas.
La leña  tenía almacén propio cubierto, para unas 12 o 13.000 arrobas.
Había  un corral descubierto con más de 15.000 arrobas de leña. 
En sendos  recintos había 5.000 fanegas de cebada y de 13. 14.000 arrobas de paja.
El ganado  tenía un amplio y bien abrigado corral con agua, dos pajares con capacidad  para más de 3.000 arrobas, y divisiones para separar el ganado enfermo.
Los locales  daban cabida a 1.500 cabezas de ganado menor y a unas 40 de vacuno.
 
Más extensa  es la descripción que medio siglo más tarde, en 1846, hace el capitán  de Artillería Francisco Alvear:
ALVEAR.-Memoria...1846.
DE PROVISIONES 
El ramo  de provisiones ocupa unas magníficas bóvedas a prueba, situadas en  la plaza de la Maestranza y bajada de las Peñuelas. Son en número  de cuatro, separadas por muros de 5 pies de espesor, y abiertos en ellos  buenos y cómodos arcos de comunicación. Se hallan secas y bien ventiladas  con muy buenas luces; están a cubierto del fuego del campo. Sus dimensiones  son 136 pies de largo, y 18 1/2 de ancho, cada una de las tres primeras,  y 79 de largo y 18 1/2 ancho la cuarta, la primera queda dividida en  dos, de 25 1/2 y 110 1/2 pies de largo. En ellas se custodia la harina,  menestra y aceite, y como se ve tiene capacidad para contener víveres  hasta para 3.000 hombres por cuatro meses. Todas están arrendadas al  contratista de víveres, lo mismo que  las de Utensilios.
De Utensilios  
Situadas  en el mismo punto y debajo de las dos últimas, con iguales dimensiones  y condiciones se encuentran otras dos bóvedas, destinadas para ropas  y utensilios. 
De vino, vinagre y leña
Las espaciosas  cuevas situadas en Florentina, frente al Almacén de Fortificación,  y hasta lindar con los cuarteles subterráneos, construidas en roca  natural debajo del terraplén, que desde el torreón de las Cabras sale  hacia el Bonete, están destinadas para almacén de vino, vinagre, carbón  y leña, pudiendo contener cómodamente hasta 30.000 arrobas de esta  última, y de las otras lo que pida la espresada fuerza en los tres  meses. Están ventiladas y tienen buena luz y dos comunicaciones espaciosas  hacia la misma parte de los almacenes de fortificación. Se reduce a  cuatro naves divididas por otras cuatro en dirección perpendicular  para su comunicación, mas cuatro pequeñas cuevas que salen de ellas.  Los términos medios de sus dimensiones son 90,55 1/2,120 y 122 pies  de largo, y 14, 13, 12 1/2 y 10 pies de ancho, y las otras cuatro de  comunicación, 36, 46,91 y 112 de largo y 14, 10, 9 1/2 y 12 de ancho.
Como se ve  observa, el vino, vinagre, carbón y leña si sitúan ya en las cuevas  de Florentina, donde algunos seguirían hasta principios del siglo XX,  cuando se levantan los almacenes de Intendencia del Zoco, tras la campaña  de 1909.
Una posterior  descripción de los almacenes se haría repetitiva, pues apenas sufrieron  alteración alguna hasta que, a fines del siglo XIX, se ejecuta la obra  singular del teatro Alcántara y Casino Militar sobre  su estructura.
Únicamente  mencionaré lo que la Comisión llegada a Melilla en 1869 escribe  a propósito de los almacenes en su memoria del año siguiente:
La capacidad  y condiciones de estos son excelentes bajo todos los conceptos, pudiendo  asegurarse es esto lo único bueno que hay al presente en Melilla.
 

 
 
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