Publicado por: Francisco Saro Gandarillas en El Telegrama de Melilla, 23-01-1983.
En fecha reciente, la UNED organizo y celebro en esta ciudad un curso
de Historia del Judaísmo Español en cuyo programa, y como final de conferencias,
figuraba un tema que por su importancia local debió ser recibido con gran expectación
por los numerosos asistentes al citado curso. El tema trataba de 1os judíos en
el Norte de África, y fue desarrollado por don Carlos Posac Mon, persona muy conocida
en Melilla, en cuyo instituto desempeño diversas labores docentes y donde efectuó
algunos interesantes trabajos sobre hallazgos arqueológicos de la zona.
Curso
de Historia del Judaísmo Español
Al final de la conferencia del señor Posac se suscito el
tema de la llegada a Melilla de los primeros judíos, sin que de la contestación
de aquel, quien fijaba con toda lógica su llegada en fecha posterior a 1860, se
desprendiera el año exacto de su instalación en la ciudad, dato, según mi
parecer, inédito hasta la fecha, y como consecuencia, general mente
desconocido. Podemos decir que esa es la cruz de las conferencias, que por su
tipo de planteamiento impide la intercomunicación del publico asistente, aunque
dentro de el haya alguien capaz de aportar algún dato al problema que se suscite.
En un coloquio el data hubiese salido a la luz, aunque tengo mis dudas sobre la
credibilidad del publico con respecto a mi aportación, al no contar, como se
suele casi exigir a ciertos niveles locales, con la titulación “ad hoc” que como por arte de magia
faculta al individuo para saber de estas y otras cosas.
EI tema, que duda cabe, era lo suficientemente sugestivo como
para volverlo a traer a la calle. Aun cuando ya tenía en mi poder datos
elocuentes sobre la llegada de hebreos a Melilla durante el pasado siglo y el
actual, he querido penetrar algo mas en la cuestión para clarificar lo máximo
posible un aspecto de la historia pasada de la ciudad de enorme interés si
tenemos en cuenta que el comercio zonal estuvo durante casi cincuenta años, de
forma mayoritaria, en manos de hebreos, prácticamente hasta la campana de 1909,
en que Melilla da el estirón definitivo y se asientan en la ciudad numerosos
comerciantes llegados principalmente de Andalucía y Levante.
Revolviendo en algunos papeles de aquí y allá, poco a poco
fueron saliendo algunos datos, no abundantes ciertamente, pero que pueden
servir de cimiento a un estudio posterior mas exhaustivo sobre el tema que
clarifique de forma definitiva el asunto.
Por Real Orden de 17 de febrero de 1864 quedan derogadas
todas aquellas disposiciones que hasta esa fecha prohibían o limitaban el
establecimiento en Melilla de población foránea. EI problema de la escasez de
terrenos y las dificultades de un abastecimiento precario, algunas épocas
incluso inexistente, impedían el asentamiento libre de personas en la plaza.
Gracias al último tratado firmado con el sultán de Marruecos, como
consecuencia de la campana de Tetuán, se facilitaron unas nuevas relaciones
comerciales propiciando, al menos en el plano teórico, un entendimiento con las
cabilas limítrofes y del interior. Al mismo tiempo la expansión territorial,
sin ser exagerada, hacía prever una temprana colonización del campo exterior recién
ganado con el establecimiento de agricultores y ganaderos, facilitándose la
subsistencia de una mayor población que, de esta forma, no tendrá que depender
de unos transportes marítimos siempre inseguros y de unos recursos
habitualmente escasos.
EI real decreto de 1864 debió divulgarse con rapidez por la
zona, y ya dos meses mas tarde cinco moros fronterizos solicitan hacerse súbditos de España.
Ignoro en que legislación se basaron las autoridades para concederles la
nacionalidad española, pero el caso cierto es que el cinco de mayo siguiente
juraban fidelidad a su nueva patria y pasaban a engrosar el censo de
nacionales. Sin embargo su presencia se difumina mas tarde, desapareciendo en
censos posteriores lo cual pudo significar, y en esto es posible que me pase
de mal pensado, que su lealtad no debió ir muy lejos.
Desde la expulsión de los judíos de España en 1502, esta
zona del norte africano debió seguramente recibir algunos contingentes de
aquellos. Como suposición mas que certeza, pues no dispongo de mas datos que
los que me proporciona la existencia de algunas tumbas de judíos en el
territorio aledaño, alguna de las cuales es así mismo venerada (o era) por los
propios musulmanes. Una tumba hasta hace pocos años visitada con cierta
asiduidad par los hebreos locales, es la de Raabi Sadia, en las cercanías de
Nador, costumbre por cierto abandonada no se sabe muy bien por que; quizá por
el descreimiento propio de estos años.
Entre los viejos papeles no he podido encontrar dato alguno
que indique llegada de hebreos a Melilla entre febrero y agosto de 1864. Es
precisamente el día 31 de agosto de ese año cuando los hermanos Menájem y Aaron
Obadia, llegados del campo fronterizo donde tenían su domicilio hasta la fecha,
arriendan una casa, propiedad de Encarnación Rodríguez, situada en la calle
del Horno sin numero, en mil cuatrocientos escudos. Esa misma casa, en años sucesivos,
pasara de mana en mano, todas ellas hebreas. Es una lastima no saber de que
zona del campo fronterizo llegaron los hermanos Obadia. Ambos, que por cierto
firmaban con caracteres hebraicos, posiblemente debían pertenecer a las cabilas
de Mazuza o Beni Chicar. A decir verdad, hebreos con el apellido Obadia comerciaban
con la plaza de Melilla desde bastantes años antes. Pienso que el apellido
Obadia debía ser bastante común en el territorio, pues aparece, con nombres
diversos, con cierta frecuencia.
Calle San Miguel
Sabemos que en enero de 1865, Mesod Obadia vivía en el numero
veinte de la calle San Miguel; tenía un hermano llamado Abraham. Ambos debían
proceder igualmente de las cabilas cercanas, aun cuando no he podido constatar
si eran o no parientes de Menajem y Aaron. Un tal Judah Obadia comerciaba con
Melilla sin ser residente en la plaza.
Mesod Obadia aparece en 1870 asociado a Menajem e Isaac
Serfaty, de origen argelino (de Oran), en un comercio establecido precisamente
en la casa arrendada por los primeros Obadia de 1864; la compañía que
comerciaba con Francia, Inglaterra y Marruecos se disolvió ese mismo año.
Aun cuando en alguna parte Figura la llegada de José Salama
Groffé en el ano 1864, en otro documento se hace constar su llegada en 1869, y
para mayor desconcierto en la reseña biográfica aparecida a su fallecimiento se
menciona su llegada en 1873, fecha indudablemente falsa, inclinándome a creer
que la primera es la mas cierta, a juzgar por otros detalles secundarios.
Procedía de Tetuán, estableciéndose en Melilla como comerciante y, no mucho mas
tarde, como banquero, siendo con el tiempo representante del Banco de España en
esa plaza, hasta que este se establece en 1a ciudad por R. D. de 3 de
noviembre de 1911. Consignatario y agente de seguros prácticamente desarrolla
todas las actividades relacionadas con asuntos comerciales y financieros.
Propulsor de la nueva Melilla, junto con Pablo Vallesca, levanta el primitivo
barrio del Mantelete, y mas tarde el barrio de Reina Victoria, junto con otros
hebreos. Vivía después de su llegada en la calle de San Miguel, en el numero
26, en el mismo edificio donde después de la guerra de Margallo un tetuaní Salomón
Melul, llegado a Melilla en 1867, establecería La Estrella Oriental ,
principal comercio de la ciudad hasta la construcción del barrio de Reina
Victoria. en el que su hijo David, nacido en Melilla, levantara, en 1907, la
primera casa de la Melilla
moderna. el numero uno de la
Avenida , entonces calle de Chacel. Primera casa y primer
comercio de la ciudad, el Bazar Reina Victoria.
Bazar
Reina Victoria
La casa fue derribada en 1915 Y reconstruida en su forma
actual, a cargo de Enrique Nieto; casa característica, hoy se encuentra muy
abandonada, como una sombra de lo que fue antaño.
En 1865 llega a Melilla Jalfon Hachuel, consuegro de José Salama,
comerciante y rabino de Melilla des de su llegada. Rabino de una sinagoga que sí
existió en la calle de San Miguel, aunque otra cosa haya leído en algún otro
lugar. Una sinagoga hubo también en al calle Alta, y ambas fueron de utilización
común por la colonia hebrea.
En 1866 recogemos la presencia en Melilla de Isaac Salama
Bennaen, oriundo de Tetuán, aun cuando su familia era originaria de Xauen.
Posteriormente se pierde su presencia en Melilla. No he podido saber si tenía algún
parentesco con José Salama, aunque es de sospechar que alguna relación familiar
debían tener.
Este aparecer y desaparecer en Melilla por parte de algún
personaje no es nada raro lo que parece querer indicar que debían tener
intereses en sus lugares de procedencia desplazándose según las conveniencias.
En 1867 llegan Salomón Benzaquen, de Gibraltar, Moisés Bensusán,
José Benzaquen Levy, de Tetuán, León Benholias, Moisés Serfaty, de Tetuán, y quizás
alguno mas.
Cuando por decreto de 1870 se confirma la posibilidad de entrar
en Melilla libremente, la colonia hebrea ya había formado un núcleo
consistente, si no muy numeroso sí de gran incidencia en la vida ciudadana.
Algunas de estas familias, ampliadas por ramas divergentes y convergentes, han
llegado hasta nuestros días. Precisamente en mayo de 1870 Judah Israel
Abensur, de Tetuán, que se establece en la plaza con un comercio de telas.
Desde esa fecha las familias hebreas, lenta pero permanentemente se van
asentando en la incipiente ciudad; mientras unas permanecen, otras, las menos,
se vuelven a marchar. En principio solían establecerse en alguna de las
barracas de madera levantadas en la plaza de los Aljibes, para posteriormente
pasar a los edificios de mampostería; el trasvase de domicilio es constante.
Sentob Benchimol (se le españoliza el nombre dándole el de
Santos) llega en 1874, Isaac Obadia en 1873, Davis Benvillara en 1872. Moisés
Benarroch, llega en 1875, siendo su hijo Guerson, nacido en Tetuán, uno de los
promotores del barrio de Reina Victoria, barrio nacido con importante capital
hebreo (principal mente de Tetuán), por lo que en su día, jocosamente, se le llama
barrio de Sión.
Mantelete
1882
Desde 1882, ante la incapacidad de alojamiento en la ciudad
vieja, se instalan barracas de madera en el Mantelete interior, buena parte de
ellas habitadas por hebreos. Levantado el nuevo barrio del Polígono en 1891, muchos
de ellos pasan a este. Próximos a la campana de Magallo llegan a Melilla,
Abraham Bittan, León Foienquinos, José Chocrón, Abraham Benadiba, David Charvit
y otros.
La población de origen hebreo aumenta espectacularmente
después de la campana de 1893, recibe un importante contingente de 300 personas
procedentes de la región de Taza, quienes fundan el barrio Hebreo, levantado en
el mismo año de la llegada a pesar de la orden dada de traslado al nuevo
campamento asignado en la vaguada de Camellos, y en 1907, algunos hebreos mas
llegados de Casablanca, después de los trágicos sucesos ocurridos en aquella
ciudad. Pero este es otro tema que merece un estudio aparte y que dejamos para
otra ocasión.
1 comentario:
Blog supercompleto sobre la historia de melilla y la guerra de marruecos, le pondria un 10 abuelo
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