martes, 8 de diciembre de 2009

GOBIERNO MILITAR Y CASA DEL GOBIERNO


Casa del Gobierno y Casa del Gobernador
 

Se ha hablado y escrito últimamente en Melilla de la Casa del Gobernador, probablemente, más de lo que se ha escrito y hablado desde que se puso su primera piedra a fines del siglo XIX. Hay razones que lo justifican sobradamente. La aparición de importantes restos arqueológicos en la zona y los propósitos de conservar adecuadamente los dos inmuebles que muestran su fachada a la vieja plaza de los Aljibes, obligarán a que su nombre se haga popular en tiempos venideros.

Ignoro la razón por la que el centenario edificio que antaño fue proyectado y construido para Gobierno Militar es hoy conocido como Casa del Gobernador. El edificio denominado Casa del Gobierno (que no del Gobernador) es el contiguo, que linda con la calle de la Concepción y comparte pared con el antiguo Parque de Artillería, cuya fachada mira a la citada calle.


Melilla 1790. V: Antiguo Parque de Artillería

Sobre sus antecedentes podemos consultar lo escrito por Gabriel de Morales en sus Efemérides. En 1753, la casa del gobernador, situada en la plaza principal, tenía dos pisos, alto y bajo, y disponía de jardín, patio y corrales (Padrón y estado general…1753), y tras el sitio de 1774-75 quedó parcialmente destruida, lo mismo que casi todas las casas de Melilla. Si bien fueron reconstruidas posteriormente, durante los años negros de la primera mitad del siglo XIX volvieron a sufrir un notable deterioro, llegando incluso a ser derribadas aquellas cuyos inquilinos o propietarios se hallaba ausentes, con el fin de aprovechar las maderas para la calefacción y confección de ranchos. 

Es destacable la reiteración con que los gobernadores, desde los primeros años del siglo XIX, insisten en el mal estado de las viviendas habilitadas para Gobierno militar, queja que igualmente pudo ser aplicable al resto de los edificios. Época hubo en que todas las viviendas de una misma calle estaban arruinadas y sin posibilidad alguna de ser reparadas por falta de materiales y escasez de recursos económicos.


Como afirma Morales, por R.O. de 29 de enero de 1828 se asigna como pabellón de cargo al gobernador Manuel García, que interinaba el mando de la plaza , la vivienda que hasta esa fecha utilizaba el Ingeniero Comandante, en la calle de la Iglesia, esquina a la calle de San Miguel, lo que provocó la queja del segundo, queja que veremos repetida a lo largo del siglo, inducida por las desavenencias suscitadas entre los jefes y oficiales destinados en Melilla y con origen en las escasez de pabellones y viviendas particulares.

El nuevo gobierno militar y vivienda del gobernador  de la calle de la Iglesia había pertenecido a la familia Estrada desde finales del siglo XVII. En 1753 era propiedad de Phelipe Fernández, sargento de la guarnición de la plaza, y su mujer Beatriz de Estrada. Al morir Phelipe Fernández sus herederos la vendieron a Félix Varo y este, a su vez, al Ingeniero Joseph González, quien la cedió a su mujer Josepha Nazarijo, última propietaria, que finalmente la vendió “a Su Majestad en precio de 12.292 reales y 4 maravedises”, quedando agregada a la real Hacienda por Real Orden de 1 de julio de 1787. 

En 1839 aún se conservaban los restos reformados de la antigua casa de los gobernadores de la plaza de los Aljibes, y de ella decía Conti : La casa en que el General Villalba residía y en la cual ostentaba su hospitalidad con la magnificencia de un príncipe, se ha convertido en dos miserables habitaciones rodeadas de escombros.( Conti. Proyecto de mejoras…1839)

Pueblo siglo XIX
 

El brigadier de Ingenieros Miguel de Santillana, llegado  a Melilla en 1845 en visita de inspección, comprobó, edificio por edificio, el estado de los cuarteles y demás dependencias oficiales. Calificaba el estado del Gobierno Militar de la calle de la Iglesia como de bueno. Entonces el inmueble tenía una superficie de 493 varas cuadradas, unos 350 metros cuadrados, divididos en dos pisos y un jardín posterior. También Alvear, dos años más tarde, estimaba que su estado era bueno.

Sin embargo, a partir de las fechas indicadas se produce en el edificio un deterioro acelerado, de forma tal que en 1862 se llegó a ejecutar y proponer para su aprobación un nuevo proyecto de gobierno, que, como la mayoría de los proyectos propuestos hasta la finalización de las campañas carlistas, no tendría financiación y pasaría al olvido. En un escrito de 1866 se califica al Gobierno como mezquino y poco decoroso, y su estado como de ruinoso. No era un caso único, así estaban la mayoría de los edificios de Melilla, tanto oficiales como particulares. No es extraño que la Comisión de 1869 mencionara, en su informe del año siguiente, el “tristísimo estado en que se encuentran las plazas… con menoscabo del decoro nacional que tan abatidas y miserablemente las sostienen.


 Manzana de Casa del Gobernador Siglo XX

El edificio sería reformado en varias ocasiones, siendo inútiles las cantidades invertidas, por su cuantía insuficiente, y porque lo que se solicitaba entonces era un Gobierno militar de nueva planta, ya que, por más reformas que se hacían, no reunía las condiciones necesarias para el fin a que estaba destinado.

En 1872, el ingeniero Cazorla insiste: “El alojamiento del Gobernador de la plaza, sobre todo, es una vivienda no solo incómoda sino indecorosa e insuficiente para las necesidades de la primera autoridad de una plaza”. (Cazorla. Observaciones…1872).

El que fuera secretario del Gobierno militar entre el 22 de diciembre de 1870 y el 16 de marzo de 1875, Antonio  Santoja y Díaz- Perona, publicó en Tudela, donde entonces estaba destinado, la obra titulada España en el Rif o apuntes sobre las plazas españolas en la costa de África (1881), libro de indispensable lectura para conocer pormenorizadamente el estado de Melilla en aquellos años.


Proyecto GobiernoPlanta Alta año 1887

En él mencionaba la inutilidad de las obras efectuadas en el Gobierno, ya que “no por eso ha desaparecido su figura embudada y las malas condiciones generales que antes tenía.”. Señala, dato interesante, la obra hecha durante su estancia en Melilla para dar más amplitud al piso principal, el paso elevado sobre la calle de San Miguel y la ampliación de la vivienda quitando algunas salas a la botica militar contigua, sin que se consiguiera el objeto que con dicha obra se pretendía. El salón oficial, en la planta alta, llamado Salón de Recepciones, no era, según Santoja, mejor que la sala de recibimiento de una casa particular, por lo que en los actos oficiales  los concurrentes no llegaban a pasar de la escalera y habitaciones cercanas de la planta baja.


Proyecto Gobierno Planta Baja año 1887

Finalizadas las campañas carlistas, el Ministerio de la Guerra pudo, por fin, destinar algunas cantidades para obras indispensables en la plaza, entre ellas las del gobierno.


Melilla, calle de la Ilgesia año 1886

Estando en Tudela llegó a oídos de Santoja que el gobierno había aprobado un proyecto con destino a Comandancia General de Melilla, a espaldas del viejo edificio de la calle de la iglesia. Era, efectivamente, el proyecto del Gobierno Militar que hoy vemos en la plaza de los Aljibes, inaugurado en 1882. 

El edificio adolecía, si embargo, de defectos importantes, y hubo que proceder, con el tiempo, a su reparación, como, por ejemplo, la azotea, que en  1893 amenazaba ruina.


Casa del Gobierno año 1897

Con esta obra indispensable no estaba resuelto el tema de la vivienda del Gobernador, que en el nuevo edificio debería ocupar buena parte de su superficie, por lo que en 1887 se procedió a la ejecución de un nuevo proyecto de Casa del Gobierno, el mencionado líneas arriba, que, aprobado ese mismo año, fue terminado en 1890, para cuyas obras hubo que desalojar las escuelas de niños y niñas que, en unas modestas casitas, ocupaban parte del solar. El inmueble tenía comunicación directa con el Gobierno por la planta superior.

Ocupados ambos inmuebles, la casa de la calle de la Iglesia fue cedida al servicio de Correos, en Melilla desde 1865, donde permaneció hasta que, tras la campaña de 1909, donde se puso de manifiesto su incapacidad para atender las nuevas demandas surgidas por el aumento de guarnición y población, se trasladó al llano.


Manzana Casa del Gobierno y Casa del Gobernador año 1997
 

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